4.1 El día siguiente.

Start from the beginning
                                    

Era una carta de Taehyung. Otra carta de Taehyung, pero esa, a diferencia de la que encontró en su maleta el día de ayer no había sido escrita para él, sino para aquel pequeño de hermosa cabellera color oro.

Joder Taehyung, ¿En serio? ¿Tanto era tu esmero por hacer sentir realmente confundidos a aquellos chicos?

Luego de leer y releer las palabras plasmadas en aquella hoja de papel, el mayor de hebras oscuras, con sus labios ligeramente apretados y sus sentimientos totalmente endebles, guardó los retazos de esta misma en el fondo del bolsillo de su pantalón. Sus ojos comenzando a cristalizar y su pecho a pesar al momento de, por fin, aceptar y tomar aquellos ansiosos deseos y peticiones escritos por su host.

De acuerdo, idiota─Susurró entre ligeros temblores llenos de frustración ─Si tanto lo insistes, haré todo lo que mi corazón pida...Haré eso que había estando intentando evitar por respeto a ti.

Posando sus ojos en el espejo frente a él, sonrió; Lo hizo sin gracia, con vacilación pero sobre todo con total sinceridad, antes de hacer su expresión brillar al solo pensar en esas próximas palabras que estaba por soltar.

Pero eso si Kim, después del paso de estos días, no quiero que vayas a andar llorando cuando me niegue a darte el rol principal solo porque decidí pasar el resto de mi vida con el mocoso ese...





(♡)





9:38 am.

Solitaria, la playa aquella mañana del jueves lucía tan solitaria.

El sonido de las olas le hacían relajar; el olor del mar a agua salada, el sentir de la arena bajo el tacto de su cuerpo, los delicados rayos del sol mañanero acariciando suavemente su piel, Jungkook no podía pedir nada más.

Era cierto lo que decían: Estar sentado frente al mar realmente era la mejor sesión terapéutica que pudiera existir.

A él le estaba funcionando. Luego de semejante noche, su mente se había calmado después de decidir salir de su habitación e ir a esa relajante sesión.

Ahora justamente se sentía un poco más tranquilo. Su mente se encontraba en completa serenidad y esa molesta opresión que había persistido en su pecho desde que despertó, había optado por dejarlo en paz justo en el momento que se sentó frente al mar.

Ah, todo estaba yendo bien para él. Todos sus pensamientos y sentidos visuales se habían focalizado solamente en eso que le hacía bien como lo era el bonito color turquesa del agua y el hecho de que se encontraba sentado frente al mar.

Todo bien, todo perfecto hasta que su sentido auditivo, ese que se había enfocado en la relajante melodía de las olas chocando en la orilla de la arena, percibió el glorioso sonido de esa hermosa voz, si, esa perfecta y profunda que hacía su corazón palpitar perteneciente al culpable de que por la mañana hubiera tenido un torturante lio mental.

─Mocoso, aquí estas...─Jungkook cerró los ojos al escucharlo susurrar.

Tuvo el impulso de irse. Los músculos de las piernas del castañito tuvieron ese impulso de moverse para hacerlo levantar y caminar de regreso en la cabaña justo al momento de sentir a Dakho sentarse junto a él. No obstante, la pálida mano de este mismo, le hizo detener.

─ ¡Hey!─Expresó al ver su intención─ ¿Qué haces? ¿Me vas a evitar?─Pero lo único que recibió fue silencio por su parte─Jungkook, te estoy hablando. Mírame.

Jungkook no obedeció, por el contrario, la mirada que le había estado dedicando al mar desde que llegó, bajó hasta hacerla posar el los ansiosos movimientos de sus manos.

7 daysWhere stories live. Discover now