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Capítulo 36 : Flashback 11

Julio de 2002

Hermione miró hacia arriba bruscamente y encontró a Malfoy mirándola desde la carretera. Estaba demasiado cansada y enojada como para siquiera sentirse avergonzada de que la encontraran borracha y llorando en un arroyo.

"Vete a la mierda, Malfoy", dijo, golpeando el agua con la mano para que salpique en su dirección.

"¿Estas borracha?" preguntó.

"No, idiota, estoy sentada en un riachuelo completamente sobria", dijo poniendo los ojos en blanco. "Irse. No quiero hablar contigo. No quiero ver tu cara desagradable. Si pudiera olvidar tu existencia de mi mente sin arriesgar la Orden, lo haría en un santiamén ".

Ella comenzó a llorar de nuevo.

"Maldito infierno," dijo, mirándola con la misma expresión de irritación que había tenido cuando le contó sobre la mantícora no deseada que se encontraba en posesión.

"Granger, no puedes sentarte a llorar en un arroyo", dijo finalmente.

"De hecho, puedo", replicó ella. "Aparte de ti, no hay nadie a quien ver. Ya guardé la zona. Ninguno de los muggles se acercará ni se dará cuenta de mí. He planeado cuidadosamente mi colapso emocional y lo estás arruinando. Así que ... maldita sea. Apagado."

Sentía la cabeza muy pesada y la dejó caer sobre sus rodillas. Hacía mucho frío en el arroyo, pero estaba decidida a no moverse hasta que Malfoy se fuera.

Hubo un ruido sordo, y luego un fuerte agarre se cerró de repente alrededor de su brazo, y se encontró siendo arrastrada fuera del agua.

"¡Déjame ir!"

Ella golpeó a Malfoy en el brazo y lo pateó en las espinillas mientras intentaba liberarse.

"Déjame en paz. Tú y Voldemort habéis arruinado mi vida. ¿Ni siquiera puedo sentirme triste de vez en cuando por eso? "

"¡Granger, idiota!"

Malfoy la arrastró a sus brazos y se apareció. Reaparecieron en la choza.

Ella miró alrededor de la habitación aturdida, aferrándose a él para mantener el equilibrio.

"¿Por qué estamos aquí?" —preguntó ella, su voz temblorosa mientras se alejaba y trataba de levantarse. "Odio este lugar. Una de las familias mágicas más ricas de toda Europa, y me haces venir a verte en esta casa miserable. Como si aún no fuera muy consciente del desdén que tienes por todos nosotros, sangre sucia. Dios, ¿por qué no compraste una casa de putas o una mina de sal y me hiciste visitarte allí?

"Te dije que había un tabú y que usaste el nombre del Señor Oscuro," gruñó Malfoy. "Es por eso que no puedes emborracharte en un maldito riachuelo sin importar cuántos malditos hechizos repelentes muggles lances".

Hermione parpadeó y lo miró fijamente.

"Te odio", dijo finalmente.

"El sentimiento es decididamente mutuo", dijo, mirándola con una expresión de desdén.

Ella se dejó caer al suelo.

"Te odio tanto", dijo. "Ya estaba completamente solo, y luego me exigiste y lo empeoró aún más. Al menos antes, si a alguien le importaba lo suficiente como para preguntarme si estaba bien, podría decir la verdad. Pero ahora, ni siquiera puedo hacer eso. Y ahora, incluso si ganamos, no tendré nada que esperar. Todos los demás serán libres y yo seguiré siendo propiedad tuya. Voy a estar solo para siempre ... "

Enterró la cara entre las manos y volvió a llorar.

"Harry y Ron nunca me van a perdonar", dijo, y todo su cuerpo se estremeció con la fuerza de sus sollozos. "Incluso si esto gana la guerra, nunca me perdonarán".