dos

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¡¿PERO QUIÉN cojones te crees tú que eres para insultar a alguien?!— La chica frente a ella la miraba por encima del hombro, aun que sus manos temblaban levemente.

— Alguien que puede llegar a ser una heroína, no como ese inútil sin kosei.— Inés gruñó remangando su jersey.

— Inés no hace falta que hagas nada.— Pidió Izuku intentando detenerla.

— Cállate.— Ordenó mirándolo de reojo, luego se centró en la castaña frente a ella.— Mira bonita, no se quién te crees pero no me jodas, pide perdón y vete antes de que te desfigure la cara a hostias.

— ¿A sí?— La castaña dio un par de pasos hacia Inés intentando ocultar su miedo.— ¿Vas a pegarme por decir la verdad?— Soltó una carcajada.— ¡Midoriya no tiene un kosei y por eso es un maldito inútil, que comience a aceptarlo!

En cuanto acabó la frase, el puño de Inés se encajó en la parte baja de la mandíbula de la chica, el golpe fue tal que esta cayó inconsciente al suelo.

Aparcao'.— En ese momento un profesor hizo acto de presencia, Katsuki también apareció.

— Jovencita, está usted metida en un lío.— Exclamó con enfado el profesor que la había recibido.— Que alguien lleve a la señorita Asahina a la enfermería. Vamos a dirección señorita Ortega.

— Le sigo.— Dijo Inés poder evitar sonreír con diversión, su mirada se desvió hacia Bakugou, que la miraba con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Inés lo ignoró y caminó tras el profesor lista para recibir una charla por parte del Director.

— ES EL primer día y ya hemos tenido que llamar a sus padres, señorita Ortega, ¿van a ser así todos los días?

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ES EL primer día y ya hemos tenido que llamar a sus padres, señorita Ortega, ¿van a ser así todos los días?

— Yo sólo he defendido a mi compañero, si la chica esa no se hubiera metido con Midoriya por no tener kosei no habría pasado absolutamente nada.— Replicó la joven con enfado, la puerta del despacho se abrió y por ella aparecieron el padre de Inés y los de la joven.— Hola papá.

— Hola cielo.— Saludó con tranquilidad, Inés sonrió al ver el estado de su padre. Tenía las de ganar.

— Les he traído aquí para hablar del percance que ha ocurrido en el almuerzo.

— ¡Esa bestia ha dejado inconsciente a nuestra hija!

— ¡Cállese señora, váyase a la mierda!— Exclamó Inés cruzándose de brazos, su padre golpeó su nuca con seriedad. Vale, tampoco estaba tan calmado como ella creía que estaba.— de todas formas, yo no soy la bestia, la bestia es su hija por insultar a alguien sin kosei, ¿acaso son tan malos padres que no le han enseñado un poco de respeto?

La sala quedó en silencio, segundos después Alejandro carcajeó revolviendo el pelo de su hija.

— Esa es mi niña.

— Señor Ortega no creo que deba premiar el comportamiento de su hija.— Intervino el Director al ver las caras de ofendidos de los señores Asahina.

— Punto número uno, no me diga cómo educar a mi hija, punto número dos, ella ha defendido a alguien de bullying así que comience a prestar más atención a lo que ocurre en su institución en vez de mirar los cheques que los padres lame botas le extienden. Si quiere dejar a los padres de la otra niña contentos, castigue a mi hija una semana y déjenos en paz porque tenemos mejores cosas que hacer.

Otra vez se hizo el silencio.

Dilo tata.— Susurró Inés divertida.

El director se masajeó las sienes antes de asentir y suspirar:— Está bien, la señorita Ortega tendrá una semana de castigo limpiando toda la segunda planta después de clases por agredir a una compañera, empezará hoy.

Inés asintió levemente levantándose de su butaca y estirando la espalda:— Bueno, una vez resuelto esto yo me vuelvo a clase. Hasta luego papá. Director y señores Asahina.— Se despidió antes de salir del despacho haciendo como si nada hubiera pasado.

— Se despidió antes de salir del despacho haciendo como si nada hubiera pasado

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ASÍ QUE te han castigado.— Comentó el rubio apoyándose en el marco de la puerta de su aula viéndola limpiar.— Es porque eres una maldita idiota.

Inés paró de frotar la fregona contra el suelo y apoyándose en la misma, giró para ver a Katsuki.

— Cállate, es injusto, defiendo a Midoriya y obtengo un castigo como premio, tócate los cojones. Rodó los ojos y luego volvió a hablar:— Encima ni un gracias por su parte he recibido, ¡ni uno!— Continuó fregando el suelo bajo la atenta mirada de Katsuki.— ¿Quieres una foto o algo?

El cenizo rodó los ojos antes de susurrar:— Me arrepentiré de esto.— Se arremangó las mangas del uniforme antes de acercarse a ella para ayudarla. Tomó el limpiacristales y se acercó a la ventana.

El silencio se instaló entre ellos dejando un vacío incómodo durante un buen rato, cuando casi habían acabado Inés suspiró cansada sin dejar de limpiar las mesas.

— Katsuki,— él la miró de reojo sin parar de barrer.— Gracias, supongo.

Bakugou gruñó antes de contestar:— Tsk, no le digas a mi madre pero tal vez no eres tan irritante como pensaba.

— ¿Sigo siendo idiota o..?

— Sí, al fin y al cabo aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

Inés suspiró soltando una a penas sonora risa nasal.

— Mejor cállate antes de que te meta la escoba por el culo.

— No si yo te la meto antes.

Kachiun, seguimos hablando de la escoba, ¿verdad?

Inés lo miró de reojo con una sonrisa divertida observando como Katsuki fruncía el ceño.

— Sólo cállate, maldita extra.

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⏰ Last updated: Jul 28, 2023 ⏰

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