Capitulo 4

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-Se ha dado un golpe muy fuerte. Está despertando.

Oyó que mascullaban. Seung-Ah abrió costosamente los ojos, veía borroso pero logró distinguir a dos personas. Parpadeo un par de veces y su visión se aclaró. Eran una mujer y un hombre de aproximadamente 30 años.

-Tranquila, te has dado un fuerte golpe en la cabeza y te has desmayado.- Dijo la mujer.

Seung-Ah recordó los últimos instantes antes de desmayarse. Recordó a los hombres que corrieron y la empujaron.

-Son un grupo de ladrones. Acababan de robar una tienda y estaban escapando. No esperes que tengan consideración de quienes se interpongan en su camino. Ya fueron detenidos. Siento que te haya pasado esto.

Seung-Ah escuchaba con atención mientras miraba fijo a la mujer. "Esa voz..." pensó.

El hombre sacó su placa y se presentó: -Oficial Kang Shin-Jae . Acto seguido la mujer también sacó su placa y se la mostro: - Oficial Koo Seo-Gyeong.

Seung-Ah agudizó su vista y la centró en el nombre de la oficial de policía. - Koo- Seo- Gyeong.- repitió de manera pausada. Algo en ella le resultó familiar pero ese nombre no se encontraba en su lista de conocidos que no eran muchos, de modo que de ser así, lo recordaría.

-Te llevaremos al hospital para que controlen que todo esté bien, de acuerdo?- Le dijo el oficial.

Ella posó sus ojos en él y asintió.

-Bien, te ayudare a levantarte. ¿Te duele la cabeza?

-Un poco, estoy algo mareada.- Le dijo Seung-Ah al oficial mientras la ayudaba a incorporarse.

-Tienes el numero de telefono de algun familiar para avisar lo que sucedió?- Pregunto la oficial.

-Mis familiares están fuera del Reino. Trabajo para el rey.

-Oh! le avisaremos entonces, tu no te preocupes.

-Disculpe, nos hemos visto antes?

Seo-gyeong la miró unos segundos, luego dijo: 

-No lo creo... por que?

-Descuide, debo estar confundida por el golpe.- Dijo Seung-Ah con una sonrisa tímida. ¡Muchas gracias por la atención y el servicio, que tengan un buen día!

-Gracias! Igual tu.- Respondió con una gran sonrisa mientras se despedía agitando su mano.

El oficial Shin-Jae la ayudó a subir a la parte trasera del auto, cerró la puerta y se subió en el asiento del conductor. Estuvo callado durante el viaje aunque a veces echaba un vistazo por el espejo retrovisor para cerciorarse de que Seung-Ah estuviera bien. Ella estuvo mirando por la ventanilla pensando en la discusión que tuvo con Yeong. Le quería avisar que estaría en un hospital y contarle lo que había pasado. Quería que estuvieran bien pero a la vez sentía que él la hería con sus actitudes. Al llegar al hospital, el oficial la acompañó y una vez que la atendieron, se marchó.

Le revisaron, le realizaron unos estudios y la internaron hasta tener los resultados.

Estaba en el quinto piso del hospital, recostada en la camilla. Se encontraba sola en la sala, aunque esta tuviera espacio por lo menos para tres camas más. Al cabo de veinte minutos entró el médico y le pasó el informe de los estudios.

-Buenas noches. ¿Cómo te encuentras?- Le preguntó el médico.

-Bien, gracias.- Respondió amablemente Seung-Ah. Observó al médico leer los informes. Era un hombre de unos cuarenta y tantos años, delgado, de aproximadamente un metro sesenta y ocho y muy serio.

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