33-... Miedo.

8 2 0
                                    

¡Ojo que va!
Voy.
Miedo
a desdecir
se
que sé.

¡Ojos de mar!
Pienso.
Miedo a dejar escapar
el tiempo.

¡Ojera de azar!
Pendiente.
Forma de mirar
ausente.
Miedo.
Mi depende.
Miedo,
Mi causante,
deseo
de vivir
(o tal vez de dejarlo así),
si miras bien.

Al perder,
al sentir,
al salir
al amar
y al llorar
sin miedo.

Porque el miedo,
prácticamente igual que aquel
dolor
de lo que alguna vez viví sin sentido,
de lo que alguna vez sentí sin vivirlo,
es lo que puede que me ayude.
Porque aquel miedo que me ayuda a sobrescribir,
aquello que me ayuda a ponerlo todo en perspectiva
puede ser que me sirva de algo.

Puede ser que el miedo no siempre sea malo.
Puede ser que el miedo sea mi aliado.
Puede ser que el miedo me haga dejar mi ego
y aunque le tengo miedo a miles de vivencias,
a miles de personas,
lo que hago
para contrarrestar
y controlar el terror con el que vivo
es lo que me hace tener libre albedrío;

el miedo es lo que me hace falta.

El miedo me sirve para seguir viva.

Porque como dije alguna vez,
sin miedo no somos humanos,
y la sensibilidad de Blogger6fowl se basa en ello.
En que el miedo es otra forma de sufrimiento,
otra cosa que repelo.
Otra cosa de la que me alejo a toda costa cuando puedo.
Pero no siempre puedo.
¿Y qué hago entonces?
¿Tenerle miedo al miedo?
Sí, lo hago; reconozco que me paralizo.

Pero, como Priscila Gibert
hoy se ha encargado
de recordarme,
alguna vez yo hice un poema diciendo:
La sensibilidad,
el dolor,
nos recuerda que estamos vivos.
Y ahora yo añadiría:
el miedo
es un recuerdo
de que hay otro camino.
Siempre,
siempre hay otro camino.
Por eso es que hemos sobrevivido.
Todo ha sido siempre
por el equilibrio
entre el amor,
el deseo,
y el miedo.

Poemas para los poetas sin poesíaWhere stories live. Discover now