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Sicheng mantiene una sonrisa engreída sobre su rostro mientras que su mirada se centra en la pantalla de la cámara de vídeo que mantiene sobre su mano derecha, apuntando directamente al cuerpo de sus dos menores, disfrutando de enfocar las sonrojadas mejillas de su bonito omega por medio del lente de aquel dispositivo.

El reloj fácilmente señala las 03:17 de la madrugada pero ninguno de ellos tiene las intenciones de irse a dormir, mucho menos cuando disfrutan de la situación en diferentes maneras.

—Abre más tus piernas, bebé —es la voz de Sicheng la que resuena en la habitación y Yukhei hace caso a su orden, abriendo el compás de sus piernas al plantar sus talones en el colchón con una notoria distancia entre sí.

Sicheng aprovecha aquello para darle la señal al beta a un lado suyo, enfocando el momento en el que Kunhang toma lugar sobre la orilla de la cama, exactamente entre las piernas del omega, solo para rozar la punta de su miembro contra la lubricada entrada de su mayor en un juego previo el cual Sicheng no duda en captar en cámara.

El rosado glande de Kunhang se frota contra el agujero de Yukhei un par de veces más antes de decidirse en arremeter contra su interior en un movimiento brusco, rápido y preciso, robándole el aire de los pulmones a Yukhei.

Sus embestidas no tardan en llegar y Yukhei no puede hacer más que deshacerse en gemidos ahogados y entrecortados porque su beta realmente sabe en qué lugares dar para provocarle pequeños espasmos al gran cuerpo del omega.

Las calientes, húmedas y asfixiantes paredes de Yukhei reciben al pene de Kunhang una y otra vez, aferrándose al mismo cada vez que arremete contra su entrada en un intento de no dejarlo escapar. Kunhang gruñe ante la acción involuntaria que el cuerpo de Yukhei le brinda y porque cree que no hay otra cosa más caliente que aquello.

A excepción del hecho de que Sicheng disfrute en grabarlos desde un lado de la cama, sonriendo con lujuria mientras su vista viaja de la pequeña pantalla de la cámara a la escena justo delante suyo. Por lo que no duda en acercarse y enfocar el sudoroso y sonrojado rostro de su omega, empleando zoom hacia el mismo con el objetivo de grabar cada una de las muecas placenteras que Yukhei crea con cada nueva embestida.

Un chillido agudo es el que escapa de su garganta cuando sus piernas son flexionadas lo que logra que, con las rodillas contra su pecho, el pene de Kunhang se adentre con mejor profundidad y asertividad.

Y claro está que Sicheng no duda en grabar el momento en la memoria de aquella cámara.

—¿Te gusta, gatito? —su mirada se desvía hasta los ojos de Yukhei, quien asiente frenético en respuesta—. ¿Si? ¿Hendery está siendo bueno contigo?

'dery está siendo bueno conmigo —sus palabras se ven apresuradas por los repentinos jadeos que escapan de sus labios, haciendo contraste con su quebradiza voz.

Sicheng bufa con diversión, volviendo a enfocar ambos cuerpos delante suyo y más aún la forma tan brusca en la que Kunhang emplea su vaivén en la entrada de Yukhei, dejando que sus músculos se marquen con la fuerza usada en sostener el bronceado cuerpo del omega por sus caderas, sus piernas o sus hombros.

—Tan patético —Sicheng murmura, más para sí mismo que para sus acompañantes, con una sonrisa encima cuando escucha a Yukhei lloriquear en necesidad.

Sintiéndose lejano al tacto, decide unirse al encuentro con sus dos menores dándole una señal a Kunhang para detenga sus movimientos, saliendo de su húmedo interior ganándose pequeños suspiros del omega debajo suyo.

Dejando la cámara de video sobre el tocador de la habitación de Yukhei, siempre enfocando a ellos tres, acomoda el cuerpo de Yukhei hasta la orilla de la cama antes de liberar su miembro por el elástico de sus pantalones de pijama.

wayv's puppy ; yukhei haremWhere stories live. Discover now