Capítulo 10

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-No acostumbro a hacerlo, sólo fue una noche...-Me susurró.-¿Qué edad tiene?

-19, acaba de cumplirlos.

-Me dijo que tenía 22...

-No sabes lo que es capaz de hacer por tirarse a un tío.-Dejé mi ojos en blanco y me levanté de la cama a mirar los cuadros, en uno había una chica a su lado.

-¿Quién es?

-Una amiga de Londres.

-Sí, amiga...-Me reí.- Se os ve muy unidos.

Él no respondió, miré otra foto, de dos bebés.

-¿Tus hijos?

-No, no tengo hijos. Uno de ellos es mi ahijado.

Asentí y seguí mirando las fotos, en todas salía más sonriente que de costumbre. Me di la vuelta para mirarlo y lo pillé mirándome.

-¿Dónde está mi ropa? Es tarde y hoy trabajo por la tarde.

-Sobre la mesa, el baño está a la vuelta de la esquina, avísame cuando hayas terminado y te llevo en coche.

Sujeté mi ropa y me marché a vestirme, entré en el salón que tenía por baño, tendría que mover gran cantidad de dinero y me vestí. No me puse los tacones y fui descalza hasta su habitación caminando por un suelo de madera que era suave al caminar.

-Ya estoy lista, no hace falta que te molestes en...

-No me voy a arriesgar a que te pase algo y yo sea con el último con que te vieron.-Cerró el ordenador y me miró. Las escaleras eran de caracol, cuando pisé la última estaba fatigada de tanta vuelta. Un salón precioso con un sofá en U y una pantalla que parecía un cine.

-Eres la primera mujer que pisa esta casa, ___ Page. -Me susurró.- No me gusta que sepan donde vivo.

-¿Por qué? ¿Es normal que acosen a los empresarios?

-No te imaginas cuanto...-Cogió las llaves de su coche.- ¿Vamos?

Lo seguí por otro enorme pasillo hasta la puerta de la calle, abrió y me invitó a salir primero. Su coche no estaba en esa casa, sino en un garaje aparte en el domicilio de al lado.

-Espérate aquí, enseguida vuelvo.

Se alejó hacia la casa mientras yo miraba las flores de su jardín, hasta las flores tenían pinta de ser caras. Me agaché a mirarla y rocé los pétalos con mis manos. Era Fucsia, mi color favorito. Un claxon sonó tras mí y di un salto brutal.

-¿Eres tonto? ¡Podría haberme dado un infarto.

Escuché una risa más alta de lo habitual, era la primera vez que lo hacía y sonaba muy alegre. Me subí a su coche y le di un puñetazo en el hombro.

-No te portes mal con los mayores.-Rió.- ¿Te gustan las flores?

-¿A qué mujer no le gusta, empresario?

-No os entiendo, sois unas inconformistas. Podéis tener al hombre que os haga feliz y os de todo y cuanto queréis pero preferís al chico malo...

Me quedé callada y miré a mis uñas. Él me miró desde su asiento y se extrañó.

-¿Qué te pasa?

-No todas somos así...

Él me miró de nuevo.

-¿Dije algo que te ofendiera?

-Nada, empresarito, no importa...-Dije falsificando una sonrisa, él se quedó extrañado y pasó su mano por su barba. No volvió a hablarme en el camino, sólo suspiraba incómodo. Aparcó en el porche.

-Muchas gracias por traerme...

-¿Y...?

-Y por cuidar de mí.- Me reí suavemente.- Nos vemos.

-Adiós, ___ Page.

-Adiós.

Promételo (Louis Tomlinson y tú, 4 temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora