Capítulo 1

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Narra Louis.

No podía más, la presión me podía. No podía vivir con ese peso, no podía vivir con el daño que había hecho en el alma de mi amiga... Pero tampoco podía vivir sabiendo que nunca la tendré, una última llamada, un último adiós y fuera, de vuelta a Doncaster en el primer tren de las 8 de la mañana, antes de que mi mente se arrepintiera de lo que iba a hacer. Sé que ella estará bien, ya tiene su familia... Y aunque me alegro, me da odio pensar que podría haber sido yo.

Se acabó. Sin darme cuenta ya el tiempo había pasado y no tenía nada, ni tan siquiera una pareja estable. Por perseguir a una estrella había perdido otras y ahora el cielo se tornaba de negro al ver que no hay más estrellas a las que seguir.

Lo único bueno que he sacado de todo esto es que ya casi ni bebo, pero el rencor que llevo dentro hace que no pueda ver a una mujer con otros ojos que no sean los de acostarme con ella y olvidarme de todo, actuar como si no las conociera al verlas por la calle, solo son una noche... es más, ahora mismo, mientras pienso esto, estoy acostado al lado de una tía de la que ni siquiera recuerdo el nombre, una tía que acababa de conocer en la discoteca, a la cual me he tirado sin el mínimo sentimiento posible. ¿Ese era mi destino? ¿Vagar entre las piernas de diferentes mujeres el resto de mi vida sin encontrar la esencial?. Suspiré abatido, recogí mis pantalones del suelo y mientras ella dormía, escapé de la casa para volverme a mi chalet.

Narra ____ Page

Son las tres de la mañana, acabo de salir de una discoteca y la verdad es que ni conozco, ya me decía a mí mi padre que no debía estar saliendo por ahí hasta las tantas y nunca le hice caso. Que le den. Me apoyé en una pared con un mareo increíble, mi amiga Loreen me había vuelto a dejar votada. Debí haber aceptado ir a la casa de aquel chico, al menos alguien sería capaz de llevarme a casa, porque en ese momento no sabía ni dónde vivía. Sigo caminando hasta la que era mi casa por suerte y vi salir a un tío de mi casa y cerrar tras sí, me miró durante un segundo.

-¿Vienes a robar? No tenemos nada...-Dije casi sin voz.

-No...-Dijo cortante. Eché una risa borracha mientras intentaba poner las llaves en el cerrojo.

-Ya entiendo, eres el nuevo muñeco de Loreen.-Empecé a susurrar como si ella estuviera detrás de la puerta y pudiera escuchar todo lo que yo decía.-No te enamores, no busca nada...

-Yo tampoco...-Volvió a hablar serio.

-Disculpe, don Estirado, no quería ofenderle.- Las piernas me volvieron a fallar pero no caí, me apoyé en el hombro de ese tío que por alguna razón no se había marchado aún.- Discúlpeme, caballero.-Volví a reir.- ¿Me harías un favor? Es que no encuentro el agujero para meterla y quizás la pueda meter usted...-Volví a reír aún más fuerte, él me quitó las llaves de la mano muy bruscamente y de un tirón la abrió.

-No sé cómo pueden dejar entrar a las crías a las discotecas.

-¿Cría? ¡Tengo 18 años! ¡No soy ninguna cría!

-A tu edad deberías de estar estudiando, no de fiesta.

-Vale, papi, encantada de conocerte...-Dejé mis ojos en blanco.- Ahora si me disculpa, tengo que ir al baño. Adiós.

Cerré la puerta en todo su morro y pegué el ojo por la mirilla, lo vi negar con la cabeza y marcharse.

-Que bueno está el pijo este.-Me deje caer sobre mis talones y me fui tambaleante hasta el baño.

Promételo (Louis Tomlinson y tú, 4 temporada)Where stories live. Discover now