La vida que sus padres habían escogido para ellos y los problemas que vienen con ella se encargarán de arruinar la adolescencia de los jóvenes herederos de todo, pero lo que nadie se imagina es que el amor llegaría a sus vidas aún siendo tan jóvenes...
—¡Amiga, amiga! —Despiertan las mellizas a la morena.
—¿Qué carajo quieren? ¿Por qué me despiertan a esta hora? —Se da la vuelta en un intento de seguir durmiendo.
—Es el cumpleaños de tu madre —Le responde Cristal provocando que ella se despierte de golpe.
—¡Carajo, debo salir! —Se levanta corriendo y se encierra en el baño.
—Creo que irnos de fiesta y hacer una pijamada la noche previa al cumpleaños de la tía Liana no fue buena idea —Bromea Clara.
—¡Cállate! —Escuchan el grito de la morena del otro lado de la puerta. —Quedé con ir a desayunar con Hades.
—Pues yo que tú me apuro, quedaron en verse a las 10:00 AM, te queda media hora.
—¡Por Dios! —Grita. Al cabo de unos minutos sale del baño y entra al armario. Se viste de una forma sencilla aunque bonita, como siempre. Toma unos lentes, su bolso, su teléfono y algo de dinero en cash ya que su padre decidió cambiarle la tarjeta de crédito. —Ya debo irme, nos vemos a la hora del almuerzo para la tarde de chicas —Se despide de sus amigas y baja al primer piso. —Buenos días —Saluda a las personas sentadas en el comedor.
—Mi sobrina ha estado muy feliz desde navidad, a veces siento que no es la misma —Bromea su tía Peyton quien se ha estado quedando en la mansión junto con su pareja.
—¡Que graciosa! —Entra en la cocina, toma una manzana y vuelve a salir. —¿Dónde están mis padres y Ajax?
—Ajax fue a hacer unas vueltas con Dylan, Murat, Michael y Stephan. Tus padres tuvieron que ir al hospital.
—¿Le pasó algo a mamá o a mi hermanito?
—No, solo era un cita.
—Ok. Ya me voy.
—¿A dónde?
—A comprar el regalo de mamá —Miente. —Adiós —Sale de la mansión y camina al estacionamiento.
—¿Señorita, que necesita? —Pregunta uno de los guardias.
—Vine por mi auto, hoy manejaré —En navidad su padre le regaló una Jeep último modelo y aunque no le gusta manejar, ese día desea hacerlo.
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—Muy bien —Al cabo de unos treinta minutos, Dea se encuentra en la cafetería donde quedó en verse con Hades.
¿Dónde estás? Ya estoy en la cafetería.
Le escribe a su novio al pasar quince minutos de haber llegado y por suerte, recibe respuesta inmediata.
Lo siento, papá insistió en que viniera con los tíos y los chicos a encargarnos de un cargamento. Termino en unos minutos, ¿me esperas?
