Cat Scratch Fever (español y correjido)

Capitulo 8: Trato hecho

"Yo...wow."

Issei estaba sin camisa, vestía pantalones de chándal grises y se miraba su atentamente su cuerpo en un espejo de su baño. Kuroka estaba justo detrás de él, mirándolo en el espejo desde su hombro.

Poco después del incidente en el desierto donde Issei se despojó de su humanidad, se desmayó durante casi un día entero, luego se despertó y se comió casi toda la carne cruda que quedaba en la casa. Después de eso, había ido a su baño para mirarse en el espejo (como hace uno) y se sorprendió por decir lo menos.

"¿Puedes ver mejor?" Preguntó Kuroka, preguntándose sobre el alcance de los nuevos sentidos de Issei.

Sus ojos tenían el cambio exterior más drástico, pasando de ojos humanos marrones normales a ojos dracónicos verdes afilados. Su transformación de nuevo en humano no había hecho nada para eliminar la intensidad del color esmeralda, y Kuroka sintió que se derretiría si sus ojos permanecían en ella demasiado tiempo.

"Sí, puedo. Mucho mejor. Puedo ver el contorno de tu, eh ... no importa." Issei dejó de hablar rápidamente, dándose cuenta de que estaba llegando a un área gris.

Por supuesto, Kuroka no era alguien a quien disuadir. "¿Oh? ¿Puedes ver mi qué, nya?" Preguntó con una voz sensual, trazando el contorno del kimono alrededor de su pecho y alejándolo ligeramente de ella.

De repente, las burlas de Kuroka hicieron que algo hiciera clic en Issei, algo que nunca antes había sentido. Sintió un impulso repentino de saltar sobre ella allí mismo, al diablo con las consecuencias; sintió el llamado de la caza, el impulso de un depredador natural. Sus pupilas se tensaron, enfocándose en ella.

Ahora, Issei se contuvo físicamente, pero su nuevo cuerpo no se parecía en nada al anterior, y la forma en que reaccionaba a ciertos estímulos también era completamente diferente. Sin que él lo supiera, comenzó a liberar feromonas inconscientemente, transmitiendo sus impulsos al único otro animal en la habitación.

"¿I-Issei?" Kuroka tartamudeó, notando que un olor desconocido llenaba el área que la hacía sentir extraña. No sabía exactamente qué era, pero la parte animal de ella sabía lo que significaba, incluso si ella misma no lo sabía. Ella notó la forma en que él la miraba, mirándola en el espejo como si fuera su próxima comida.

"Sabes, mi vista no es todo lo que mejoro ..." murmuró Issei, dándose la vuelta lentamente y caminando hacia Kuroka, obligándola a retroceder hacia la pared. "También puedo oler muy bien ahora". Una vez que estuvo contra la pared, la golpeó con la mano derecha, justo por encima de su hombro izquierdo, y se inclinó hacia ella. "Puedo oler lo ... nerviosa que estás.

Con su mano libre, Issei tomó la mejilla derecha de Kuroka y se inclinó hacia su cuello. Él inhaló, luego respiró casi agonizante aire caliente sobre su hombro.

Sin previo aviso, Kuroka gimió de forma inesperada.

Issei parpadeó varias veces.

Entonces, se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

El rostro enrojecido de Kuroka, su respiración entrecortada, sus piernas temblorosas y sus ojos muy abiertos eran un claro indicio, y no podía creer que lo que estaba haciendo, al tratar de burlarse de Kuroka, estaba teniendo el efecto incorrecto. La estaba excitando.

Issei dejó escapar un ruido que sonaba algo así como un cruce entre un globo que jadeaba y un anciano tosiendo y prácticamente saltó lejos de ella. Tropezó hacia atrás fuera del baño, cayendo a través del marco de la puerta sin absolutamente nada de la gracia y el aplomo que normalmente definía a los de su clase.