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Cuando la mañana del domingo llegó el Chico de veinticuatro años no podia asegurar que realmente aún estaba dentro del horario considerado "de la mañana."

Su cabeza dolía con intensidad y las ventanas abiertas no ayudaban para nada más que hacerlo intensificar, tenía ganas de vomitar y no ignoro aquellas ganas por mas segundos, aún con su cabeza palpitando corrió hacia donde estaba el baño y vomito todo lo que creía haber ingerido la noche anterior.

Pasaron los minutos y fue horrible el ardor en su estómago, hizo una mueca cuando noto como se había ensuciado y maldijo mientras tosía cuando sintió como su ropa estaba mojada. Tomó una respiración luego de estar varios minutos más con su cabeza apoyada en los azulejos de la pared mientras intentaba sentir algo frío, algo de lucidez.

Se puso de pie con dificultad y con pasos torpes llegó al lavabo donde busco su cepillo, frunció el ceño cuando vio que era azul y el estaba muy seguro que el suyo, la última vez era rojo, pero poco le importó aquello y cepilló sus dientes y lavó su cara. Luego de sentirse moderamente mejor camino fuera del baño y miro su habitación por al menos dos minutos con bastante detenimiento y atención.

-Esta no es mi habitación.-susurró con los ojos entrecerrados.

Definitivamente no lo era.
Giró y miro todo a su alrededor nuevamente, si, no había que buscar mucho más, aquella no era su habitación y aquel de antes no era su cepillo.

-Hay que asco.

Hizo una mueca y soltando un suspiro camino hacia la puerta, segundos después devolviéndose para buscar su celular. La búsqueda no fue para nada sencilla pero lo encontró, debajo de una almohada, en el suelo, al lado de una mancha amarilla de dudosa apariencia. Decidió no pensar más en aquello, su cerebro realmente no le estaba ayudando y buscar su habitación sería lo mejor.

Salió del lugar y al bajar al primer piso para buscar su llave comprobó totalmente que aquel ni siquiera era su hotel. Rascó su cabeza confundido y mordiendo su labio inferior camino hacia la recepción.

-Señor, disculpe...-susurró avergonzado.

-¿Si?-sonrió el señor frente a el.

-¿Sabe donde queda el hotel Vegas Show?

El señor ni siquiera lo miro cuando señaló frente a él y Seungmin asintió extrañado antes de comenzar a caminar hacia donde el hombre seguía señalando. Justo en frente había otro gran edificio con el nombre de su hotel, giró a mirarlo con una sonrisa pero este ya hablaba con otra persona así que decidió irse sin decir gracias.

Llegar a su habitación fue una real aventura, tuvieron que buscar su nombre y hacerle ciento de preguntas antes de darle su llave. Suspiró colocando la llave para abrir su puerta, necesitaba una ducha urgente.

- ¡Te voy a matar!.

Hizo una mueca de dolor cuando escuchó el grito de su mejor amigo.

-Cálmate, ¿Si?

Entrecerró los ojos para mirar al menor con su prometido al lado.

-¿Qué me calme? Seungmin, estuviste desaparecido desde el sábado.

El Chico camino hacia la barra que había en su habitación y apoyó su cabeza en ella mientras intentaba hacer de alguna forma que los gritos de Jisung se hicieran más bajos.

-¿Qué? Me fui por una noche, no es nada del otro mundo.-susurró cerrando los ojos.

-Hoy es lunes.-gruño el menor cruzándose de brazos indignado.

Tan pronto como aquellas palabras salieron de la boca del menor Seungmin incorporó su cabeza para mirarlo con los ojos realmente abiertos por la sorpresa.

Fly to Las Vegas (✿^‿^) HyunminTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon