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-Chicos, el es su nuevo compañero, Foxy, el es ciego, no puede ver, tratenlo con respeto y ayudenlo en lo que necesiten.

Pudo escuchar los murmullos por el salón, pero poco le importo, sintió el pequeño empujón de la maestra para que fuera a sentarse y frunció el ceño.

¿Como esperaba que se sentará si nisiquiera sabía dónde estaba parado?

-Perdón maestra por interrumpir, pero Doggy se quedó dormido.

-No se preocupe, hágalo pasar, aún no comienza la clase de todos modos.

Escucho la puerta cerrarse, junto con pequeños y rápidos pasos por el salón, siguió ahí parado sin saber que hacer, bastante incómodo.

-Doggy, antes de que te sientes, ayuda a Foxy.

-¿Por qué?

-Es ciego, tu serás su amigo, ayudalo en lo que necesite.

-Maestra, no debe obligarlo -murmuró, sujetando su mochila con fuerza- no es necesario.

Camino lentamente por el salón, estirando sus manos para evitar chocar con algún puesto, hasta que sus pies tropezaron con algo, y cayó estruendosamente al suelo.

Las risas no faltaron, apretó los puños con fuerza, intentando no llorar, hasta que alguien grito.

-¡Eso no estuvo bien!

Una silla arrastrándose, rápidos pasos hacia el y como alguien le ayudaba a levantarse, todo era silencio.

Hasta que se escucho un ruido sordo.

-¡Doggy, sabes que no está bien golpear a tus compañeros!

-¡Se lo merecía!

...

-¡Foxy, toca esto!

El chico obedeció, por la textura pudo adivinar que era papel, pero habia algo que sobresalía de este.

-Esto es Braille -murmuró tocando el papel.

-Mamá me dio este libro, dijo que tal vez podrías leerlo, ¿sabes que dice?

-No, aún no se leerlo bien.

-Bueno... ¡Te lo doy! Cuando aprendas a leer, me dirás que dice.

El chico asintio con una pequeña sonrisa tomando el libro, mientras sus mejillas se teñian de un ligero tono carmín.

-Doggy, ¿Dónde estamos?

-Oh... Estamos en el patio, sentados en las escaleras -respondió.

-¿Como eres?

-Yo... ¡Soy un niño muy fuerte! -exclamó con orgullo- ¡y muy lindo!

Eso hizo reír a Foxy, no dudaba de aquellas palabras.

-Yo soy un niño de pelo castaño, mamá dice que tengo unos ojos amarillos muy lindos, y siempre traigo mi suéter morado de perrito, ¡y soy muy fuerte para protegerte de los niños malos!

Aunque el no podía imaginar nada de eso, asintio con una pequeña sonrisa.

-¿Y yo como soy?

-¿Tu...? ¡Tienes unos ojos muy lindos, uno es blanco y otro azul, y tu cabello es largo y naranja!

Se sobresalto al sentir el tacto en su cara y su cabello, pero supo que era su amigo, así que simplemente se dejó tocar.

-Estas rojo, ¿estas enfermo?

Special School [Piggy Au] -PAUSA INDEFINIDA-Where stories live. Discover now