°•André•° °•𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵•°

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Me detuve frente a la lápida de Emilio, deje las flores sobre el césped, metí mis manos a los bolsillos de mi pantalón y suspiré.

- Bueno, ¿Que te puedo decir de nuevo? Julie y Ashley se fueron a New York a estudiar, lo han logrado- sonreí- yo también haré lo mismo, se suponía que iría contigo Emilio, pero la vida da mucha vueltas, Andrey tiene novia ¿puede creer eso?... No se si sea sano para mi venir aquí pero lo que si se es que no puedo dejarte solo, las personas no mueren cuando las entierran sino cuando las olvidan, yo jamás voy a olvidarte, todo lo que logre, lo lograré por los dos, lo prometo- pasé mi mano por su lápida y luego fui a la salida, para mi sorpresa, habían fotógrafos en ella, en cuanto me vieron, el flash de las cámaras me empezó a cegar, los padres de Emilio me vieron y me ayudaron a salir de ahí, ahora lo entiendo.

- André ¿qué haces tú solo aquí?- me preguntó la señora mientras me cubrían de todas las cámaras- Y estás sin escoltas.

- ¿Viniste a visitar a Emi?- me preguntó el señor y yo asentí.

- Me desvié un poco del camino, pero no pensé que hubieran cámaras en la salida.

- Si esque se filtró la información de que vendríamos- dijo la mamá de Emilio- pero no sabíamos que estarías aquí.

- Yo tampoco lo tenía planeado, será mejor que me vaya a casa, no es bueno que esté aquí- dije y los miré.

- Tienes razón- dijo el señor- debes cuidarte, gracias por no olvidarlo André.

- Es imposible que me olvide de mi mejor amigo- sonreí y me subí al auto.

*al otro día*

Uno, dos y tres disparos, estaba totalmente serio, mi fuerza estaba toda recargada en mis brazos y manos mientras le disparaba a las siluetas de metal que habían en el campo de entrenamiento, miré a mi padre y a mi abuelo, papá estaba cruzado de brazos, serio y con la mandíbula apretada, mi abuelo tenía sus brazos atrás e igual estaba serio... Papá asintió una sola vez con la cabeza.

Me acerqué a ellos, mi abuelo me dio un arma más pesada, se me hizo difícil sostenerla pero lo logré.

- Quiero que le des al punto diez... De lo contrario no me servirá- dijo mi abuelo yo suspiré y me pocisioné de nuevo, mi tío Leo me quitó lo que me cubría los oídos, lo miré confuso y luego miré a mi padre.

- En un tiroteo imprevisto no tendrás nada que te proteja los oídos- me dijo papá, tiene razón- concentrado y dispara al diez André- están más serios de lo normal.

Cerré los ojos por unos segundos, miré el objetivo y disparé, solté el arma ya que me aturdió, puse mis manos en mis oídos y me dejé caer al césped.

- ¡Papá!- lo miré, mi abuelo lo detuvo cuando se quería acercar.

- Déjalo, se tiene que levantar, ¡no estarás toda la vida a su lado Aryan!- le dijo mi abuelo levantando la voz.

- ¡Es mi hijo!- dijo mi padre.

- Ander, Aron y tú también sois mis hijos, os pasó exactamente lo mismo, nisiquiera me acerque, ¿lo olvidas?, ahora los tres disparais de maravilla- todo me daba vueltas me levanté mientras me sostenía de la pared- ¡De nuevo André!- papá me miraba preocupado, pasó una mano por su rostro desesperado por no poder acercarse, yo negué con la cabeza intentando decir que no podía hacerlo.

- Vamos hijo, tú puedes... Se que puedes hacerlo, estoy seguro- lo miré y tenía expresión de preocupación, yo no podía sostenerme, estaba muy mareado, pareciera que me hubieran golpeado la cabeza- Vamos André...

- Dan, deberíamos parar, esta mal- dijo mi tío Leo.

- ¡No vamos a parar hasta que no le dé al puto punto diez!- sacudí mi cabeza y pude estabilizarme, tomé de nuevo el arma, aún me duelen los oídos, la cabeza y me da vueltas todo pero tengo que darle al punto diez, apunté y disparé en varias ocasiones, a este punto estoy que me desmayo, miré con dificultad la silueta, le di al punto diez todas las veces que disparé.

- ¡Papá! ¡Abuelo! ¡Tío mira!- en cuanto retrocedí sentí que los brazos de mi padre me sostuvieron ya que estaba a punto de caer al suelo.

- Muy bien, lo has hecho excelente, ¿lo ves? Sabía que lo harías bien- yo estaba en su regazo y él sentado en el césped mientras me sostenía, mi abuelo se puso a nuestro lado.

- Eres un Rivers, no esperaba menos de ti André- sonrió- ahora será mejor que descanses, lo siento si fui duro contigo pero así seré siempre y cuando se trate de aprender a defenderse- nos levantamos del césped y en cuanto lo hice, perdí el conocimiento por la manera en que todo me dio vueltas.

******
Desperté en la habitación de mis padres, estaba oscuro, dormí toda la tarde, me incorporé y la cabeza aún me dolía, no tanto como antes pero si sentía molestia, la puerta se abrió, mis padres encendieron la luz y se acercaron.

- Mi amor ¿cómo te sientes?- dijo mamá acariciando mi cabello- me asusté mucho cuando tu papá entró contigo desmayado.

- Me siento mejor- dije.

- Ya le dije a tu padre que no fuera tan inconsciente la próxima vez- me dijo sin mirara a papá.

- Sarah, mi padre es muy estricto cuando uno de nosotros está aprendiendo a disparar, no puedo contradecir sus palabras además él sabe lo que hace- papá me puso gotas en los oídos- prevención.

- Bueno pero ya no disparará más ¿vale?- le dijo mamá.

- Es la primera práctica, le faltan más de cinco para perfeccionar, verás que entre más avanze, ya no sentirás el sonido tan fuerte.

- Aryan- miramos hacía la puerta, mi tío Leo- Kayla en la puerta- me levanté de golpe, no sentí ningún dolor, miré el cinturón de mi padre, le quité el arma y camine apresuradamente hacía donde estaba ella.

- ¡André quédate quieto! ¡¿por qué me quitas las cosas tan fácilment?! ¡estás loco! - gritó papá desde las escaleras mientras me seguía.

Llegué hasta donde Kayla y sin pensarlo la apunté.

- André... Por favor, solo quiero hablar contigo.

- ¡¿De qué?! ¿De cómo mi mejor amigo se quitó la vida por tus amenazas y las de David?

- Ya supera eso por Dios.

- No digas estupideces, Emilio era casi mi hermano.

- Yo solo quiero saber donde está David... Estoy embarazada y... él es el padre- ¡¿Que?! No puede ser, bajé el arma lentamente.

- Maldición- susurré- ¿En serio?- ella asintió llorando- Kayla, David esta muerto.

- ¿Que?- dijo en un susurro- no es cierto, es mentira, ¡te estás vengando por lo que le sucedió a Emilio! ¡¿Donde está David?!

- ¡Muerto maldita sea! ¡Si quieres ve a su casa y pregúntale a sus padres o a su abuelo!- dije desesperado.

- ¿Que voy hacer ahora? Su familia se fue del país- mire a mi padre.

- Ah si, se fueron, Andrew se largó- dijo tranquilo, me acerqué a él.

- Papá, está embarazada.

- Mató a tu mejor amigo.

- ¿Que culpa tiene el bebé?... Ayudemosla, tampoco dejaré que se quede en mi casa, pero no quiero dejarla así.

- Definitivamente tienes el corazón de tu madre- se apartó y habló por el comunicador.

- Kayla te ayudaré, pero escuchame- me miró- no te quiero volver a ver, nisiquiera en el instituto, aléjate de nosotros sobretodo de Andrey, porque te juro, mirame- hice que me mirara- que la próxima vez que te tenga de frente... te mato, me debes mucho, la vida de mi mejor amigo por ejemplo- solté su rostro.

- Esta bien, no me verás nunca más, lo prometo André... Perdóname- papá volvió con una bolsa llena de dinero, se la di y ella me miró- ¿De verdad?

- Solo porque estas embarazada y si no lo estás no me importa solo quiero que te largues de mi vista.

- André de verdad perdóname, yo no quería que Emilio se quitara la vida.

- Vete- ella dio la vuelta y se fue, yo no pude evitar llorar, mi padre me abrazó y yo igual a él- papá...

- Ya está, se acabó todo hijo y aquí me tienes para lo que sea.

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