-¿Qué te pasa? -pregunta Harry. Se endereza en su lugar y ahora vuelve a ser más alto que yo. Me mira de reojo con una ceja enarcada.

-Creo que mi atuendo es el mejor del mundo, ¿no crees? -digo apuntando mi cuerpo. Harry se vuele hacia mi y se le sale una sonrisa en cuanto ve mi pijama. Menea la cabeza y vuelve a la posición inicial.

-No pudiste haber elegido mejor. -respondo con sarcasmo.

-Ya veras que será el icono de la moda esta semana, hombre.

Estoy entrando al parking del hospital. Estaciono frente a urgencias y en cuanto apago el motor, Harry baja apresurado y corre hasta la entrada. Yo lo sigo tras el a paso lento. Pero veo que el se detiene justo cuando tiene que entrar. Llego a su lado y miro hacia arriba. Su pecho sube y baja y sus puños están cerrados fuertemente a ambos lados de su cuerpo.

-¿Qué? -le pregunto. El cierra los ojos y disuelve los puños en sus manos. Se lleva una mano al pelo y me mira.

-Si le pasa algo, yo... -comienza a decir pero se corta en medio de la frase. Le sonrió y le tomo la mano derecha. El mira nuestras manos enlazadas y luego a mis ojos.

-Está bien, créeme. -le digo. El mantiene la mirada en mis ojos cafés oscuros unos segundos para luego asentir lentamente.

Empiezo a caminar pero su mano me detiene al no seguirme el paso. Enarco una ceja en señal de preguntas al voltearme hacia el. El suelta mi mano y comienza sacarse el abrigo. Deja al aire una camiseta blanca. Sonrió al recordar que es la que usó el día en que nos conocimos.

-Toma, asi la gente creerá que al menos eres humana. -dice entregándome su cazadora. Yo la tomo y me la pongo mientras rodeo los ojos. Me llega a la mitad de los muslos y las mangas... al menos, se pueden decir que mis brazos llenan 2/4 de ella.

Entonces el empuja la puerta con su mano mientras suspira. Me deja pasar a mi primero y juntos pasamos por la sala de espera. Hay una pareja sentada en los primeros asientos abrazados tapados con una manta azul. Tras de ellos, hay una chica llorando y su cara está manchada de rímel. Aparto la vista de ellos y sigo a Harry quien va hasta la recepción.

-Hola... -comienza a decir a una señora de unos 50 años. Tiene el cabello negro amarrado en una cola alta. Aunque tiene el cabello corto. -Me dijeron que habían ingresado a Jaime Styles aquí hace unas horas...

-Si, fue la ultima persona ingresada hasta ahora. ¿Eres familiar? -pregunta la señora.

-Su hijo. -responde Harry con voz ronca.

Ella asiente y empieza a buscar algo en una caja de cartón. Levanta un papel amarillo y se pone los lentes que cuelgan en su pecho.

-¿Ella es tu hermana? -pregunta mirándome.

-No, qué va. -responde y me mira. Tiene un brazo apoyado en el mostrador y está volteado hacia mi. -es... Mi amiga.

-Entonces tendrás que esperar fuera de la habitación. O si quieres entrar, será solo unos minutos, querida. -ambos asentimos y yo bajo la vista. -está en la habitación 10 del piso tres, hijo.

-Muchas gracias -responde Harry y toma mi mano para correr hacia las escaleras. Sube de dos en dos y yo tengo que ingeniármelas para no caer.

-¡Recueda que soy de tamaño normal! -le grito al llegar al piso 3. El rodea el escritorio de recepción de este piso y comienza a buscar la habitación.

7, 8, 9... 10. Harry se queda delante de la puerta y yo me trato de soltar la mano. Pero la suya está tan sujeta a la mía que sus dedos están blancos. Cierra los ojos y respira hondo. Suelta mi mano y entra en la habitación con la puerta entre abierta.

Leave Me Speechless  (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora