- Te amo, pero por favor cierra la maldita puerta, porque definitivamente no es normal para mí saber de memoria cómo es el cuerpo de tu novia sin ropa. - dijo Camila riendo.

- Lo cerraré. - Dijo Dinah.

- Perfecto, nos vemos. - dijo ella, dándole a Dinah un beso en la mejilla. Rápidamente tomó la canasta de chocolate, su bolso y se fue.

[...]

- ¿Es aquí donde ordenaron chocolates y caramelos? - preguntó Camila entrando a la habitación. Le sorprendió que Clara no estuviera allí, pero no dijo nada.

- Sí. - dijo Lauren enfáticamente. - Camz, ya me voy a casa.

- Lo sé, tu madre me pidió que fuera contigo. - Dijo acercándose a la cama.

-- ¿Y tu vas a ir? Lauren preguntó esperanzada.

- Sí, pero no me voy a quedar mucho tiempo. Tengo que ir al hospital más tarde.

- ¿Y yo te acompaño?

- No, Laur. Nuestros días son los martes y jueves. - explicó, colocando la canasta en el regazo de Lauren y su bolso en la silla.

"Es todo ..." comenzó Lauren, colocando su rostro contra el plástico transparente en la canasta. -- ¿Es para mi?

- Sí. - respondió Camila con una sonrisa en los labios.

- Hay un osito de peluche, Camz. ¡Que bonito! - Dijo Lauren con la boca abierta.

- Sí, pasaba por una tienda y lo vi en el escaparate. Pensé que te quedaba bien. - Dijo, mirando al osito blanco, con hocico negro, que tenía en sus manos un corazón rojo.

- ¿El tiene nombre? - preguntó Lauren y Camila negó, ayudando a Lauren a aflojar el lazo para poder acceder al osito de peluche y los chocolates y caramelos.

- No. Cuenta contigo para que elijas uno. - dijo Camila, viendo a Lauren parpadear confundida.

- ¿Tengo que elegir ahora?

- No, Laur. Puedes elegir cuando quieras. - Dijo, viendo a Lauren olfatear el oso antes de abrazarlo.

- Camz, ¿podrías prestarle un poco de tu perfume?

-- ¿Porque? ¿Es apestoso? - preguntó Camila levantando una ceja.

- No. Es porque me voy a acostar con él. - dijo Lauren, haciendo que Camila sonriera tontamente. - Y ya dije que me gusta tu olor. Creo que a él también le gustará.

- Bueno, se lo pondré entonces. - dijo Camila inclinándose sobre la cama.

- Mamá dijo que esta tarde empiezo a tomar clases. - informó Lauren mientras acariciaba el peluche.

- Estoy muy feliz con la noticia, princesa. - dijo Camila.

- Eso significa que estoy creciendo, ¿no? - preguntó, haciendo reír a Camila a carcajadas. - Dijiste que querías que fuera grande pronto.

- Realmente lo hago, pero no quiero que apresure las cosas. - dijo Camila, acariciando el brazo de la niña. - Estudiar es un gran paso adelante y estoy muy orgulloso de ti.

-- Gracias. -- Ella dijo. - Camz ... ¿Son todos los chocolates de corazón para mí también? Preguntó tan pronto como notó la canasta.

-- Todos.

- ¿Y puedo compartir con alguien?

- Con quien quieras. - respondió la niña sonriendo.

- Entonces quiero compartirlo contigo. - dijo ella, mirando a Camila. - Gracias por los regalos.

-- De nada. - respondió con una suave sonrisa.

- Camz, ¿puedes ayudarme con algo súper importante? - Preguntó seriamente.

-- Claro. Sólo dilo.

- Mi amiga va a ir a mi casa conmigo. ¿Podrías tomarla por mí? Preguntó, señalando la flor, que todavía estaba viva en el jarrón.

- Por supuesto que sí, ángel. - respondió Camila.

-- Gracias. - dijo Lauren. - ¿Por qué te pones más y más hermosa cada vez que te veo? - preguntó inocentemente, haciendo suspirar a Camila.

- Me pregunto lo mismo de ti. - dijo Camila al ver a Lauren sonreír.

- Hoy estoy mejor vestida porque mamá me ayudó. ¿Te gusta mi lazo? -- Preguntó. Camila sonrió y se permitió volver a analizar a Lauren. Llevaba un vestido blanco y un lazo rojo en el pelo. Estaba lista para irse, esperando a su madre.

-- Yo lo adoró. Siempre me gustaron los lazos. - respondió Camila con sinceridad.

- Vamos, cariño mío ... Ay, Camila, ya estás aquí. ¡Perfecto! - Dijo Clara entrando a la habitación. - El taxi ya nos espera.

- Voy con Camz. - dijo Lauren sonriendo. - Y con nuestro hijo. - Clara levantó una ceja y Camila abrió la boca para decir algo, sin embargo, no salió nada.

- ¿Hijo? Clara preguntó, confundida.

- Sí. Leo. - Dijo señalando al osito de peluche. Clara asintió riendo y Camila, aunque sonrojada, sonrió, después de todo, Lauren había elegido un nombre para su hijo , como ella lo había llamado.

*****

Amo traduccir está historia 😍

En un Parpadeo ~TraducciónWhere stories live. Discover now