HABIT ↻ liam dunbar

𝘁𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆 ; 𝗯𝗮𝗱 𝗱𝗮𝘆 𝗶𝗻 𝘁𝗵𝗲 𝘀𝗰𝗵𝗼𝗼𝗹.

—Murieron por mi culpa.

—No, no fue así y lo sabes... Lydia una vez me dijo que... aveces las cosas pasan por algo, que por algo tienen que pasar, tal vez esto, de alguna forma u otra sin que nadie pudiera impedirlo, iba a pasar.

Suspiró pegando su cabeza al respaldar, —¿Y porqué el destino querría eso?

Abrí mi boca ligeramente indignada.

—No lo sé... yo no marco al destino, pero como sea, deja de sentirte culpable y levanta tu trasero de la cama, ya que me acompañaras a la escuela. Necesito a mi rubia teñida.

—¿Rubia teñida?

Sonreí tiernamente, —Así es.

Me levanté de la cama para tomar mi ropa y entrar al baño de Liam.

—Y no es teñido, es natural.

***

Luego de batallar con Liam para que se apresurara, llegamos a la escuela secundaria. Realmente al principio no pensamos que seria tan malo.

Pero, al adentrarnos junto a Mason a la escuela, nada fue como lo esperábamos; cada alumno, viéndonos sin disimular, siguiendo con la mirada cada paso que los tres dábamos, mirando principalmente a Liam.

Mientras más nos adentramos a la escuela, más murmullos se escuchan y ninguno paraba. Eso me ponía nerviosa.

Giré la cabeza hacia Liam, y éste me miró nervioso y a la vez asustado por todo esto.

No lo pensé dos veces y entrelace su mano con la mía, dándole una mirada tranquilizadora, aunque no le sirviera de mucho.

Intentando ignorar los murmuros, llegamos al casillero de Mason.

Mientras, noté como Liam giraba su mirada a todo lados y sabía, que estaba escuchando esos murmullos.

—Solo bloquealo, no los escuches, –hablé suavemente acariciando su mano.

—Lo saben...

—Son rumores, —dijo Mason cerrando su casillero, —No saben de nada en verdad.

De pronto Corey llegó con nosotros y se colocó al lado de Mason soltando un suspiro frustrado:

—Lo saben todo.

Le di una mirada fulminante ya que no estaba ayudando a Liam en nada.

—Los chicos de segundo año de Lacrosse estaban ahí.

—Si, pero era tarde, era muy oscuro y con neblina, pudo haber sido cualquiera.

—Estaba despejado, y era luna llena en una calle principal sumamente iluminada.

Liam aún nervioso, siguió mirando a los alumnos murmurando cerca de nosotros. Con mi mano libre hice que dejara de mirarlos y me mirase a mi.

—No los escuches, recuerda lo que dije, tienes que pretender que nada pasó.

—No, me tengo que ir, –murmuró el rubio.

—No... si te vas, los rumores no se detendrán jamás, tienes que demostrar que no son ciertos.

—Pero son ciertos.

—Liam tu me entiendes, –frunci el ceño levemente.

—Recuerda lo que Julls dijo, se Clark Kent, –mencionó Mason.

—Clark Kent, se convierte en alguien con un traje azul y rojo, y una capa, yo me convierto en un monstruo con colmillos y garras.

—Entonces, supera el día sin cambiar, –sugirió Corey.