IV

488 45 43
                                    

La pareja se encontraba en coche yendo a recoger a sus hijos, habían pasado una maravillosa noche, la cual les hacía falta hace bastante tiempo. Al llegar a la casa del comisario Greco, amigo de ambos, se bajaron del coche sintiendo el frío clima del norte, golpearon la puerta y esperaron unos segundos hasta que la puerta se abrió dejando ver a su hijo menor sonriente.

- ¡Papá! - Se lanzó a sus padres para abrazarlos. Ellos correspondieron y Jack lo alzó entre brazos.

- ¿Qué tal el tiempo con el tío, Greco? - Preguntó Volkov mirando a todas partes en busca de éste.

- Estuvo bien... estuvo en la cocina tratando de hacer pancakes, pero no sabe como. - Soltó una risita.

- ¡JODER! - Se escuchó un grito del comisario en la cocina. Viktor y Jack se miraron y fueron de inmediato a ver que pasaba. Al entrar a la cocina se encontraron con un Greco siguiendo lo que parecía ser una receta de cocina. - ¡Vaya mierda de video! - Gritó con frustración. Gustabo, quien estaba sentado en la barra de la cocina solo reía.

- Cocinero triste. - Soltó el rubio. Volkov aclaró su garganta cruzándose de brazos. Los dos se giraron a verle.

- Huele a mierda. - Soltó Jack.

- ¿En qué puto momento entraste? - Preguntó Greco.

- ¿Puedes dejar de maldecir, por favor? - Dijo Viktor en un suspiró mientras se acercaba a Gustabo para saludarlo.

- Ha estado así todo el día, no sabe freír ni un huevo. - Rió Gustabo haciendo que sus padres se contagiaran de su risa.

- ¿Y porqué no lo hacías tú? - Le preguntó el ruso a Gustabo, quien se encogió de brazos, pues le daba risa como su tío se desesperaba al tratar de cocinar.

- ¿Qué? - Preguntó confundido Greco. - Joputa tu sabías como hacerlos y no me ayudaste. - Le señaló con la espátula al pequeño rubio que sonrisa burlona. Jack aclaró su garganta dándole su típica señal a Volkov de que ya se tenían que ir.

- Gracias por todo Greco, hasta pronto. - Se despidió tomando a Gustabo de los hombros y saliendo de la cocina detrás de su esposo. A Greco no le agradaba como su amigo era manipulado por él con facilidad.

[...]

Ya en el auto los niños quedaron dormidos a mitad de camino, pues era clara la diferencia de la distancia entre el norte y su apartamento.

- ¿Te parece si paramos a desayunar? - Preguntó Jack regalandole una sonrisa a su esposo. Volkov se encogió de brazos.

- Vale.

- Pon la ubicación. - Sacó su teléfono y se lo dio a Viktor. Éste lo recibió y le hizo caso, pero justo en esos momentos llegó un mensaje un poco... extraño.

Número desconocido.
"¿Te parece si cenamos hoy? Estoy disponible después de las 7 p.m." 10:04 a.m.
"No me dejes con las ganas, Jack."  10:04 a.m.

Viktor al ver este mensaje le hirvió la sangre, sin contar que sus manos comenzaron a temblar sin saber que pensar al respecto. ¿Acaso su esposo le está siendo infiel? Se giró a verle, pero se le veía tan tranquilo al darle su teléfono... quizás sea un malentendido, o él es un mentiroso de mierda.

Jack al sentir su mirada se giró encontrándose con una cara de enojo de su esposo. - ¿Qué? - Le Preguntó confundido. - ¿No sabes a donde ir a comer? - Viktor seguía mirándole fijamente. - ¿Qué pasa? - Le insistió.

- ¿Tienes algo que contarme?

- ¿A qué va esa pregunta? - Soltó una risa Jack.

- Tú solo responde. - Le dijo mientras se acomodaba en su silla.

I Deserve Better [Volkway]Where stories live. Discover now