Mi vista, mis ojos, los colores.

- Puedo ver... - No entiendo nada pero dos lágrimas ruedan por mis ojos con un alivio sorprendente.

Todo esta borroso, todo me da vueltas, pero esta vez mis ojos no me mienten, puedo ver el blanco de una pared, la luz no lastima y siento como la emoción recorre mi cuerpo. Sonrió. No puedo verme pero estoy segura que es la sonrisa más hermosa que ha salido de mis labios.

A lo lejos puedo ver algo reflejarse, es un espejo al parecer, me intento poner de pie pero estoy muy débil mi cuerpo no responde. Intento aclarar un poco más mi visión pero no puedo... siento como una tela me cubre y como soy levantada del suelo.

-¿Esta bien?

Reconozco esa voz... ¿Susan?

- Eso creo, toma sus papeles, vámonos... la policía no tarda - Era la voz de un chico, me era familiar. No es que la hubiera escuchado antes, pero algo me decía que todo estaba bien.

Veo una silueta, los ojos azules de mi amiga resplandecen como si de dos soles se tratasen eso me hace estremecer, siento como toca mi frente y luego se aleja sin mas que hacer. Siento como todo se vuelve oscuro una vez más, mas sin embargo esta vez siento frió, un inconfundible... el frió de la noche.

Al pasar un rato puedo escuchar de nuevo un par de murmullos hasta que estos se vuelven voces, puedo sentir mas energía, y mi cuerpo entrar en calor, las voces están lejos, pero aun así puedo escucharlas. Decido quedarme quieta y recuperar toda la fuerza que pueda... por si la necesito.

- ¿La cámara? - De nuevo esa voz masculina.

- Sí, al parecer, Jeff - Dijo Susan como si no creyera en ese nombre. - La atacó, y luego discutieron, ¿Lo vez? - Al parecer esa Cámara grabo mi encuentro con Jeff.

- Si ya lo veo... y aquí él se marcha.

- Ella estaba inconsciente.

- Llegaron esos tipos... y BlackIce nació. - Termino de analizar Susan.

Una opresión llego a mi pecho, esta vez fue mi corazón el que me hizo estremecer. Pude sentir un vacío en mi estomago, estaba ¿Decepcionada?, no, no lo entendía con certeza, pero... pensé... que el me ayudaba, por ser diferente, ser como él, pero no.

No sé que planeo, no sé que quiso lograr, pero lo que sé ahora es que él me abandono. Él me dejo morir en el frío, por su culpa... ¿¡Por qué no me mato!?

¿¡Por que no acabo conmigo!?

Sentí mi cuerpo calentarse por la furia, apreté mis manos en puños y con tal fuerza que puede sentir dolor en mis nudillos. Abrí mis ojos con algo de dolor... el lugar estaba oscuro y a medida que me recuperaba él frió se alejaba con rapidez de mi cuerpo.

Me puse de pie y me tambalee un poco, mi mano sin pensar encontró el interruptor de la luz así dándome una mejor vista de todo. Era el cuarto de Susan. Eso lo recuerdo bien de mis anteriores visitas.

Con alguno que otro paso indeciso me acerque hasta el espejo de cuerpo completo que estaba frente al armario junto a la pared, al acercarme me observe frente al espejo...

Un grito se atoró en mi garganta y volví sobre mis pasos cayendo al piso de la impresión. Mi pecho subía y bajaba con dificultad y mis manos comenzaron a temblar con nerviosismo, llave mis manos a mi cara incrédula por lo que veía en el espejo.

Mi cabello era tan oscuro como antes, pero había perdido su brillo, mis ojos tenían mis pupilas dilatadas y eran azules como los de Susan. Mi piel era tan blanca... pero era rasposa... y ahora entendía el porque, mis piernas y mis manos parecían tener piel de cocodrilo, esta era extraña y poco sensible a mi tacto.

Mis uñas se veían alargadas y mis dientes estaban afilados de forma en que podrían cortar mi lengua si no tenía cuidado.

Estaba completamente cambiada, esto ni se acercaba a lo que yo era, (Y mucho menos era un ratón) mi figura era mucho mas delgada, y mi boca... mis labios, parecían perderse junto a mi piel.

Comencé a asustarme y a respirar muy fuerte y de forma acelerada, comencé a levantarme y retroceder sin apartar la vista de mi reflejo. Hasta llegar a una mesa, extrañamente que algo detuviera mi paso me alarmó haciéndome reaccionar...y como si de un impulso se tratase arroje la mesa lejos, pero el sonido hizo que mis oídos me lastimaran, mucho. Al ver la ventana pude sentir como mi instinto me impulsaba a acercarme y así lo hice.

Escuchaba los pasos dentro de la casa y pude ver las luces encenderse, pero yo no hice nada mas que huir. Solo deseaba irme, muy lejos... y al mismo tiempo sentía como algo se rompió en mi.

Grados bajo cero «Jeff The Killer»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora