- Cuando estuve ausente, ya sabes, en Azkaban - Un escalofrió recorrió mi cuerpo. No me imagino lo mal que la habrá pasado - Nadie cuidó de mis plantas - Continuó hablando. Doblamos en una esquina dirigiéndonos a las escaleras - Así que iré con la profesora Sprout para que me ayude.

- Gran idea - Le felicité.

Estábamos llegando a las escaleras cuando una mano se posó en mi hombro deteniéndome. Al girarme me encontré con Allison llorando desconsoladamente. Mis ojos se abrieron de par en par y me abrazó casi al instante.

- ¡Allison! ¿Que ocurrió? - Pregunté alarmada y correspondiendo su abrazo. Se separó y refregando sus ojos me contestó entre sollozos.

- Camila... - Respondió y volvió a llorar a grandes cantidades.

- ¿Donde esta? - Pregunté casi al instante preocupada. Nunca había visto a Allison tan destrozada.

- En nuestro cuarto - Contestó. Ignorando a cualquier persona a mi alrededor corrí por las escaleras bajando de a saltos los escalones para llegar más rápido a las mazmorras.

Corrí lo mas rápido que me daban las piernas, ni siquiera sabia si tenia a Allison atrás o si Hagrid venía conmigo pero seguí corriendo preocupada. Al llegar a mi cuarto cerré la puerta detrás de mí y observé todo el lugar. No había nadie. Saqué mi varita y apunté hacia todos lados atenta a cualquier sonido.

- ¿Camila? - Pregunté en un susurro, pero antes de que nadie me conteste sentí como una mano cubría mi boca y me llevaba bruscamente hacia atrás. 

De un manotazo me hizo soltar mi varita y con su brazo libre rodeaba mi cintura. No podía verlo pero noté que era mas alto que yo. Salió de detrás mio y aun con su mano en mi boca me empujó chocando mi espalda contra la puerta. Era un chico con cabello rizado y marrón, tenia algunos tajos y lastimaduras en la cara y estaba vestido con una camisa blanca y unos jeans.

- Antes de que grites, vengo de parte de tu madre - Me dijo, y con su mano libre sacó una carta de su bolsillo. Me soltó y me la entregó. Con inseguridad la abrí sin decir nada.

"Adhara, enviaré a alguien a buscarte, han atacado nuestra casa y la abuela ha fallecido. Por favor acompáñalo y salgan cuanto antes de Hogwarts, no es seguro para ti. Te queremos, tus padres".

Era un pergamino roto y escrito con lapicera. Se notaba el apuro a la hora de escribir y la letra era de mi padre, la pude reconocer al instante.

- ¿Por qué debo creerte? Pudiste haber manipulado la letra con un simple hechizo - Dije algo alterada aun con el pedazo de papel en mano.

- Tu madre me dijo que dirías eso - Contestó con una sonrisa arrogante y acercándose levemente a mí. En su espalda cargaba una mochila que la apoyó sobre mi escritorio y la abrió. De dentro sacó un collar dorado con nuestro símbolo familiar.

- Pudiste haber matado a mi madre y quitarlo de su cadáver - Respondí cortante observando el collar en su mano.

- Entonces o me crees y te llevo con tu madre a voluntad, o te desmayo y te llevo a la fuerza. No tenemos tiempo y tanto ella como tu padre me ordenaron llevarte con ellos - Lo miré de arriba a abajo con inseguridad. Miré hacia la puerta confundida y lo volví a mirar.

- ¿Como hiciste lo de Allison? - Le pregunté frunciendo el ceño. ¿Como pudo manipular a Allison para que llore de esa manera y me traiga hasta aquí?

- Una simple ilusión, darling - Contestó con desdén, cosa que me dio ganas de golpearlo - Es magia avanzada, pero no oscura - Se agachó y agarró mi varita del suelo, caminó hasta mí y me la entregó. Lo miré unos segundos en silencio analizándolo, no confiaba en él.

𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora