Pausas.

1.7K 328 107
                                    

Siente sus hombros pesados mientras termina de desinfectarse las manos, su uniforme aguamarina está cubierto en sangre para cuando sale del área de cirugías y el bullicio de traumatología lo recibe. Jin detesta los martes porque son los días de consultas externas, así como de visitas siendo cuando más personas hay yendo y viniendo por los pasillos.

Lo ve, sin embargo, en uno de los rincones más apartados del ala de espera.

Tampoco es que le resulte precisamente difícil dar con él cuando lleva el uniforme de tonos tierra todavía puesto, las persona a su alrededor mirándolo de mala manera por las manchas oscuras que lo cubren por todos lados y que son, evidentemente, sangre seca. Jin incluso puede ver algunas manchas salpicando su cabello y su cuello. En su rostro el único rastro visible es el de las lágrimas y una permanente preocupación.

Jin carraspea cuando llega a su lado, sabiendo que no ha notado su presencia, absortó en sostener entre sus manos un parche con la bandera de Corea que mira como si fuese un salvavidas en un océano tempestuoso. Siente lástima por él, por el dolor evidente que carga tras horas de estar ahí sentado, esperando.

Cuando lo vio llegar, horas atrás en la madrugada de su último turno, Jin casi podría jurar que era un mal chiste, incluso pensó en reírse de su estado deplorable hasta que lo vio arrodillarse, suplicarle a él que le ayudara, que hiciese algo porque él no podía. Jamás esperó ver a sus pies a Kim Taehyung, suplicando.

Sálvalo. Los médicos de la base dicen que no se puede hacer más de lo que hicieron allá, han pasado horas... pero tú puedes, por favor. Sálvalo.

.- Hola...

Taehyung alzó la cabeza de golpe, sus ojos observándolo como sí lo hicieran por primera vez y albergasen en el fondo toda la esperanza del mundo. Seokjin se siente mal por él, se siente mal por las palabras que se acumulan en su garganta y por no haber podido hacer todo lo que hubiese querido ante sus súplicas.

.- ¿Cómo está? – es todo lo que Taehyung dice, levantándose de inmediato y la imagen le resulta divertida al médico, ambos cubiertos en sangre, pero por razones muy diferentes entre sí - ¿Cómo...?

.- Está sedado, bajo observación – le informa, queriendo suavizar el terreno, pero no es eso lo que Taehyung quiere escuchar – Podrás verlo en un rato, creo que deberías bañarte, apestas y no voy a dejarte entrar a ver a mi paciente si por lo menos no te quitas el mugre de encima.

Intenta ser divertido, aligerar lo que ya de por sí es tenso entre ellos, pero Taehyung parece ajeno a todo y todos: .- ¿Pudiste ayudarlo?

Bien, no quisiera responder eso, pero como médico debe hacerlo. Es la parte fea del trabajo.

.- No he podido salvar la rodilla – lo dice de golpe, sin preparar al soldado porque también quiere que sufra lo que él mismo ha sentido cuando estaba frente a la sala de operaciones, preparando suturas que todos daban por pérdidas – La necrosis estaba muy avanzada en esa área y había mucha pérdida de sangre, hemos hecho lo que pudimos y la mitad de su muslo fue recuperado.

Taehyung sacude su cabeza, como un cachorro que no entiende por qué lo están regañando por un simple travesura: .- Pero...

.- Estará bien, Taehyung – le palmea el brazo en consuelo, sonriéndole pequeñito porque él mismo siente que no es lo que debería, pero sabe que es mejor que nada – Deberá permanecer en observación unos días, pero luego lo transferiré a rehabilitación. Yo... tengo un amigo que hace prótesis, estoy seguro que podremos hacer algo.

No tiene una respuesta, ni siquiera un gesto de alegría. Tan sólo el rostro abatido del soldado que cae de nuevo en la silla, mirando al suelo como si no existiese nada más en el mundo y es entonces que Jin comprende cuán destruido está ese mundo, el de ambos. Jungkook permanece sedado, con un muñón de sangre donde antes había una pierna y Taehyung está ahí sentado, como si algo hubiese muerto de forma irremediable.

.- Taehyung... - le llama, consiguiendo que sus ojos tristes se fijen en él de nuevo – Jungkook estará bien, lo prometo.

El soldado parece no creerlo, como si la posibilidad fuese sólo un sueño: .- ¿En serio? Cómo saber que no habrá algo más... siempre hay algo más.

.- Porque te lo digo yo como médico – lo dice sin paciencia, sin poder comprender el dolor que atraviesa el pecho de Taehyung, aunque cree poder adivinarlo – También tengo un buen amigo que es psicólogo, le pediré que te llame.

.- ¿A mí? ¿Para q...?

Jin le revuelve entonces el cabello sucio de arena de un desierto desconocido para él y de sangre, sonriéndole como nunca antes había sucedido entre ellos: .- Tú sabes para qué.

El silencio de Taehyung es toda la respuesta que necesita. Ahora, lo mejor es darse una ducha.

Sin identidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora