Después de la muerte de su padre, Elena Black decide descansar y desaparecer del mundo mágico, dando así un pequeño viaje a un pequeño pueblo en Washintong, y desde que ella llega a Forks, las cosas cambian radicalmente, y más para cierto rubio de o...
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Aro solto la mano de Alice al terminar de ver lo que deparaba para el futuro.
Su mirada viajo hacia todos los testigos de los Cullen.
Los mellizos seguían detrás de los gemelos Weasley, la hija de Edward y Bella seguía en el lomo de Jacob.
Todo seguía en su lugar, no había nadie muerto.
- Ahora lo sabes - le dijo Alice - ese es tu futuro, a menos que quieras cambiarlo.
- No podemos hacer eso, los niños siguen siendo un peligro para nosotros.
- ¿Y si aseguramos que se mantendrán ocultos de los humanos? ¿Podremos irnos en paz? - dijo Edward.
- Por supuesto, ¿pero como piensan hacerlo?
- Ya te lo diran.
El sonido de las pisadas en la nieve fueron audibles para los oidos de los vampiros y lobos.
Dos personas que venían vestidos con pieles se acercaron a los Vulturis.
- Estuve buscando mis propios testigos, en las tribus Ticuna de Brasil.
- Hay suficientes testigos.
- Dejala hablar - interrumpio.
- Yo soy mitad humano - dijo el chico - mitad vampiro, como los niños. Un vampiro sedujo a mi madre, quien murio al darme a luz, mi tia Hulien fue la que me crío. Yo la hice inmortal poco tiempo después de nacer, desde entonces soy así.
- ¿Que edad tienes? - preguntaron ambas mujeres.
- 150 años - respondió, Elena tomo la mano de Jasper y suspiro profundamente.
Al menos sus hijos vivirían por mucho más tiempo.
- ¿A que edad llegaste a tu madurez? - pregunto Aro.
- Yo me hice adulto 7 años después de nacer, desde entonces soy así.
- ¿Y tu dieta?
- Sangre, comida humana. Puedo sobrevivir de ambas.
- Estos niños, son parecidos a nosotros - dijo Marcus.
- Aun asi, los Cullen se han vuelto amigos de los lobos. Son nuestros enemigos.
- Queridos mios, aquí no hay peligro alguno. No habrá pelea hoy.
