24.

2.3K 150 8
                                    


Después de dormir, aproximadamente solo dos horas. Me despierto y arreglo un poco mis cosas. Decido por ir temprano a la estación de trenes e ir a mi casa. Gustavo aún duerme y estoy a punto de irme sin sufrir una despedida sumamente dolorosa, pero una vez mas, con él me rindo y decido despertarlo.

- Dormilón. -Le susurro en su oído.-
- Mhmm...
- Me tengo que ir, quiero estar en mi casa lo antes posible.
- ¡Yo te llevo! -Se levanta rápidamente.-
- ¿En que quedamos Gustavo? -Lo miro seria.-
- Está bien... -Me mira triste.- Al menos déjame llevarte a la estación.
- De acuerdo, ¡vístete rápido!
- ¿Que tiene de malo ir desnudo? -Se observa.-
- Me distraes, ya ¡ponte algo de ropa!
- No me decías eso anoche... -Me abraza la cintura.-
- ¡Es porque no podía ni hablar!, vístete.

Gustavo me lleva a la estación y no tengo mucha dificultad para encontrar un pasaje. Ya le había avisado a mi madre que estaría de vuelta en casa esa misma noche. Gustavo no paraba de abrazarme y de decirme que en cualquier momento se escaparía y me vendría a ver. Decido por no alargar mucho la despedida, cada segundo sin estar a su lado, era realmente algo triste.

Cuando llego a casa, y aunque estoy cansada, le cuento todo a mis padres. Mi padre se ponía en las dos partes, pero pensaba que la madre era un idiota, mi madre la odió y por un momento también tuvo resentimiento por Gustavo, cosa que le duró dos segundos.

Estar en casa era lo mejor. Me despertaba tarde y era un poco irreal la idea de que no tenía nada que hacer, la universidad a veces te deja bastante loco. Mi padre me contó que saldríamos de vacaciones junto a Tia Rose, al parecer asi ella pensaba que Cabezón podría salir de la "depresión" que estaba pasando post-ruptura. Inmediatamente le pregunto a mi madre si podía invitar a Sab, ellos aceptaron ya que era como de la familia y así quizás podría concretar sus planes con mi primo.

La mañana del viaje, mi casa era un desorden total. Tia Rose y mi papa hablaban sobre la ruta y el combustible, a veces peleaban como hermanos de 5 años.
Mi madre estaba preocupada que todo estuviera dentro de los autos, Cabezon tenía los audífonos puestos y su mirada perdida. Sab estaba conmigo en la habitación pintándose, mientras yo peinaba a Agustina.

- ¡Florencia! -Grita mi madre desde el piso de abajo.- Baja.
- Quizás que se le olvidó ahora. ¡Ya voy mamá!

Termino de peinar a Agustina y bajo la escalera preparada para escuchar si teníamos las cosas listas.
Me acerco a mi madre y le hablo.

- ¿Que pasa mama?
- Hija, puedes ir a fuera un momento y revisar si regué las plantas.
- Pero, las regaste ayer. Lo recuerdo. -La miro extrañada.-
- Florencia, estoy segura que no, anda.
- Mamá, yo lo recuerdo.
- Florencia, solo ve, no te cuesta.
- Está bieeen. -Pongo mis ojos en blanco.-

Salgo de la casa y me encuentro con mi novio, apoyado en el auto de mi padre.

- Hola hermosa.

Sonrío y corro a sus brazos. El me besa y reímos. Lo extrañaba mucho.

- Por esto mi mama quería que saliera.
- Hice todos mis planes junto a tu mamá.
- ¿Todos? -Le pregunto extrañada.-
- Me iré contigo de vacaciones, tu mama me llamó y Amanda saldrá con sus abuelos, así que decidí pasar este tiempo contigo.
- ¿Enserio?
- ¡Por supuesto! Serán nuestras primeras vacaciones de enamorados.

Lo abrazo de lo mas feliz, luego mi padre me indica que ya tenemos que irnos. En el auto de mi padre, va mi mama, Agustina, Gustavo y yo. Mientras que en el auto de tía Rose, iría su esposo, cabezón y Sab.

El viaje era algo largo, así que mi madre no paraba de hablar con Gustavo. Me mensajeaba con Sab durante el camino y Agustina dormía a mi lado.

Sab: tu primo me evita!! 🙄🙄
Flo: de seguro lo intimidas, te aseguro que de esta no se salva 😏😏
Sab: lo violaré si es necesario.

Me río y Gustavo me mira alzando una ceja.

- ¿Con quien hablas?
- Con Sab.
- ¿Aún no pierde esperanzas?
- Nop.

Gustavo me sonríe y yo lo beso brevemente, luego nos miramos y sé que él siente lo mismo. El mas leve contacto nos hace encender, sobre todo después de estar semanas separados.

- Te amo mucho. -Me susurra al oído y acaricia mi pierna desnuda.-
- Yo también te amo mucho.

Teníamos alquilada una casa a la orilla del lago, con incluso una lancha.

- Supongo que en una habitación dormirá Gustavo y mi hijo y en la otra, tú y Sab, ¿cierto? -Me dice Tia Rose cuando ya habíamos llegado al lugar de destino.-
- Eeeeh... -Observo de reojo que Gustavo y Sab me miran como: ¡No!-
- ¡Ay, por favor Rose! Los chicos ya están grandes, que ellos duerman donde y como quieran.

Todos miramos a mi papa sonrientes y Sab me guiña un ojo.

- ¡Bueno! Desempaquen sus cosas, ¡tengo muchos planes para esta semana! -Dice mi madre emocionada, mientras yo y mi padre ponemos los ojos en blanco.-

Con Sab rápidamente corremos para conseguir la habitación con terraza al lago, la cual ya había tomado Tía Rose. Corro hacia al lado y aunque no tenía terraza, tenía un ventanal gigante.

- Flopis, ¿porque elegiste una habitación con una sola cama? -Me pregunta Sab, molestándome.-
- Me gustan las camas grandes.
- ¡Si claro! Cuanto apuesto que por respeto a tus padres, Gustavo dejará sus cosas en otra habitación, pero dormirá contigo.
- ¡Ay, por favor!
- Dejé mis cosas en la habitación de en fren... -Gustavo se calla al mirarnos.-
- Lo sabía. -Dice, Sab astuta.-
- Por qué mejor no vas a mirar si Cabezon o tu tendrán una cama bastante grande, ¿eh?
- Lo haré, ese gatito no se escapará de mi. ¡No señor!

Sabrina se retira y yo empiezo a sacar mis cosas. Gustavo me ayuda a ordenar todo, rozando su mano con la mía cada vez que puede.

- Sé tus intenciones sucias Gustavo Cooper. -El se ríe y me acerca a él, tomando mis caderas.-
- ¿Y cuáles serían mis intenciones, señorita? -Me pregunta rozando su nariz con la mía.-
- Tu sabes lo que me provocas con tus roces "inocentes".
- ¿Ah si? -Posa su mano bajo mi ropa, tocando mi cintura desnuda.-
- No vivirás para contarlo. -Le susurro cerca de sus labios.-
- Soy tuyo, amor de mi vida. Haz de mi, lo que quieras.
- Tengo muchas ideas en mente...
- También yo... Estos días sin ti, me vuelven más animal.
Río sin poder evitarlo y miro sus ojos. - ¿Quieres comerme?
- Lo deseo con todos mis sentidos. -Roza su nariz por mi cuello, y yo cierro mis ojos.- Esta noche, te dejaré sin respiración. Quiero tomar todo de ti, por todos los días que he estado sin ti.

Gustavo besa mi cuello y creo que provocan en mi un placer mas allá, sus palabras me derriten. Mi novio sabe como conquistarme y volverme loca.

- Te amo Gustavo. -El me sonríe y toma mi rostro.-
- Dímelo de nuevo.
- Te amo.
- Otra vez.
- Te amoooooo. -Sonrío y el se ríe, se ve hermoso riendo.-
- Florencia.
- Dime.
- Cásate conmigo.

Lo miro y me río. El se ríe junto a mi y nos damos cuenta que Agustina nos miraba con su boca abierta.

- ¡Se van a casar! -Dice sonriendo.- ¡MAMÁ! -Agustina grita.- ¡Gustavo y Flo se van a casar, lo acabo de escuchar!

Nosotros nos reímos y antes de desmentirlo, escucho el grito de mi padre desde el piso de abajo.

- Muchas gracias, Florencia. ¡Tu madre se desmayó!

Gustavo y yo nos miramos entre sorprendidos y entretenidos. -¡Ups!

Empecemos con 32 razones.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora