Blinding Lights⋆Jos Canela⋆

021

Al siguiente día llegué a la escuela con Giselle, durante el camino tuve que explicarle a que se debía la cinta en mi nariz y frente, se rió fuerte diciendo "Si crees que la vida te odia sólo tienes que mirar la de ____ y te darás cuenta que no estás tan jodido" Me reí también, yo era un imán de problemas y ahora estaba arrastrando a Jos a esto.
Cuando entré me topé con Lina, sentada en una banca con Alan, ellos conversaban tranquilamente mientras el moreno le sonreía, ni siquiera se dieron cuenta de que pasamos frente a ellos.

- ¿Qué se traerán esos dos? - dijo Gis después de pasamos juntos a ellos.

- Yo creo que nada, sólo son amigos.

- Lo mismo dijimos de ti y José y mira lo qué pasó, hasta van a dar al hospital juntos - le di un golpe en el hombro y reímos.

- Si pero Lina está obsesionada con Jos, ayer me dijo que había perdido su amistad y que no me molestara en hablarle - me encogí de hombros.

- Estupideces - murmuró la castaña - Que no te afecte, ya sabíamos que esa chica era algo diferente - me abrazó - Te veo después - se despidió yendo a su clase.

Lo que yo creía era que Lina no conocía el amor y solamente estaba obsesionada con Jos, se supone que cuando quieres a alguien verdaderamente aceptas su felicidad aunque no sea contigo. Ahg, que cliché había sonado eso, en fin, creo que Gis tenía razón.

- ____ - gritaron a mis espaldas, me giré y vi a un chico de cabello rizado corriendo a mí con una sonrisa.

- ¿Qué tal Freddy? - lo saludé sonriendo también

- ¿Qué crees? - me preguntó y me encogí de hombros negando - Se supone que debes adivinar. Bueno no importa, te diré - me jaló del brazo llevándome hacia el otro pasillo - Karen, me citó esta noche en su casa, me dijo que sus papás y hermano menor salieron de viaje, ¿sabes lo que significa?

- ¿Tendrás sexo con ella? - arrugué el ceño y asintió - Oye, no necesito que me cuentes estas cosas, eres un asqueroso.

- He estado esperando este momento con Karen desde que la vi el primer día, lo voy a conseguir,emociónate conmigo.

- No me emocionaré porque le quitarás la virginidad a una francesa sabiendo que días después la dejarás - negué y comencé a caminar.

- No la dejaré, bueno no lo sé, depende como la pase esta noche - le di un golpe en el estómago.

- No te apoyo en estas cosas, soy una mujer y a mí no me gustaría que me hicieran lo que tú les haces a todas ellas, llámame luego - me despedí y fui al salón de álgebra.

Ahí estaba Jos, sentado en una banca, con el yeso en su mano izquierda y los ojos cerrados, aún no creía como era posible que ese chico fuera real.
Me acerqué en silencio y dejé un beso en su mejilla, abrió los ojos y sonrió al verme.

- Buenos días - saludé sentándome en la banca frente a él.

- ¿Cómo estas? Ya sabes, por tu nariz y frente.

- Estoy bien, ya no duele tanto, ¿y tu? - miré su mano.

- También, a veces me pica y no me puedo rascar por el yeso, pero bien - sonreí y asentí.

La clase comenzó, álgebra no era mi materia preferida pero al menos podía resolver los ejercicios. Para Jos era lo contrario, se la pasaba susurrándome que no entendía nada y tuve que explicarle varias veces, aunque creo que no prestaba atención porque sólo me miraba, sonreía y asentía como idiota.

En fin, llegó la hora del almuerzo y salí con Gis hacia la cafetería, compramos nuestra comida y nos sentamos en la mesa de siempre.

- ¿Alguien sabe que le pasa a Alan? - preguntó Bryan tomando asiento con nosotros.