treinta y nueve ||

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Pero el primogénito de los Kim se veía incapaz de entrar, era una locura haber venido sin avisar, y era una locura aún más grande para él, el hecho de que hoy conocería a los amigos de Jungkook, lo cual lo emocionaba y lo aterraba a partes iguales.

-¿Vas a entrar o piensas quedarte ahí todo el día, bonito? -preguntó un chico desconocido haciendo que el castaño brincara en su lugar del susto, ni siquiera lo había escuchado acercarse. El chico tenía el cabello rubio y recogido en una pequeña colita- ¿Puedes hablar? Porque hace mucho tiempo no practico el lenguaje de señas y quizás no me entiendas.

-Pue-puedo hablar -balbuceo el más alto por un par de centímetros- Sólo me sorprendiste.

-Discúlpame entonces, es sólo que parecías tan ido -musitó sonriendo el rubio- me llamo Yuta Nakamoto.

-Kim Taehyung -murmuró el castaño apenado, pues estaba quedando como un idiota frente al chico guapo.

-Bueno Tae, ¿puedo decirte así? -preguntó colocándose una bandana negra en la cabeza ocasionando que el más alto siguiera sus movimientos con la mirada para finalmente asentir- ¿Vienes a ver el juego? Porque debo entrar pero no se si estés cómodo quedándote sólo.

-Oh! No te preocupes Yu-yuta, me están esperando dentro -se apresuró a contestar al ver que el chico tenía un poco de prisa y fue hasta entonces que el castaño se dio cuenta que Nakamoto traía uniforme de americano- ¿Jugarás hoy? ¿Estás en el equipo de Jungkook?

-Si voy a jugar hoy y no estoy en el equipo de Jeon, de hecho soy el capitán del equipo contrario -sentenció causando de nueva cuenta sorpresa en el más alto- Deben estarme esperando bonito, espero verte al final del partido para celebrar.

Y tras una giñada de ojo se adentro en las instalaciones de la escuela a paso veloz, dejando al castaño sorprendido, había tenido su primera platica con un chico guapo sin morir en el intento.

Finalmente y tras armarse de valor, comenzó a caminar hacia la entrada, algunos chicos corrían de aquí para allá sin pararse a tomarle mucha importancia a él, lo cual internamente agradecía. Al final del pasillo pudo reconocer una cabellera menta que lo hizo sentirse automáticamente más tranquilo, no había hablado tanto con Yoongi en persona, pero si solían compartir un par de mensajes.

-¿Dónde estabas? Estaba comenzando a asustarme, pensé que te habías perdido -soltó el mayor acercándose en cuanto lo vio- Debemos apresurarnos si queremos alcanzar un buen lugar Tae.

-Lo lamento hyung.

-No te disculpes Tae, lo digo por ti -respondió el pelimenta pasando su brazo sobre los hombros contrarios- Yo he visto jugar a ese par un millón de veces.

-En ese caso entremos hyung, estoy emocionado por ver a Jungkookie.

El mayor guío a su pequeño amigo hacia el campo, topándose con un par de chicos que saludaban al pelimenta antes de continuar su camino. A este punto el castaño estaba más que seguro que los Jeon dominaban está escuela, y para el, un rechazado social, era una experiencia totalmente nueva.

En cuanto ambos llegaron al campo notaron el caos que estaba hecho ahí, los jugadores se encontraban ya en posiciones, las porristas a un lado animando y más gente de la que Taehyung había visto nunca en su vida se encontraba en las gradas.

-Hyung... hay demasiada gente -murmuró refugiándose bajo el brazo del mayor causándole una pequeña risa por lo tierno que se veía.

-¿Estás cómodo con que nos sentemos en las gradas? ¿O quieres que busquemos un lugar más apartado.

-En las gradas está bien hyung, es la primera vez que asisto a algo así, quiero la experiencia completa -respondió colgándose del brazo del pelimenta, quien comenzó a caminar hacia el inicio de las gradas, donde se encontraban sentados un par de chicos, de los cuales Taehyung reconoció a uno, un bonito pelinegro de labios carnositos.

Número Equivocado | KookV |Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt