𝗳𝗶𝗳𝘁𝗲𝗲𝗻 ; 𝗮𝗻𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿 𝗵𝗲𝗹𝗹𝗵𝗼𝘂𝗻𝗱.

Comenzar desde el principio
                                    

—¿A donde vas?, –pregunté.

—A París, este no es mi problema.

—¿Crees que sea un problema?, –preguntó Liam.

—Puede ser, seguramente, pero tu puedes resolverlo, tengo un avión que abordar.

—Pensé que estaba retrasado, –dijo Mason.

—Cambió de ruta.

Sin más la castaña desapareció en la oscuridad de la alcantarilla, dejándonos desconcertados a los tres.

—Bien tengo una idea, –dijo Mason acercándose a nosotros para ver las ratas, —Podemos llevarlas a que las revisen.

—¿Y quien lo hará?, –pregunté frunciendo el ceño.

—Melissa..., –murmuró Liam.

—¿No es mejor una veterinaria?

—Deaton ha salido del pueblo por unos días y Scott está muy ocupado como para revisar una rata.

—Bien...¿quién agarra la rata?

—Paso.

—Paso.

Refunfuñe, —Los odio.

***

Después de que lograra meter la rata a un bolsa, lo tres nos fuimos directamente al hospital.

Cuando llegamos éste estaba hecho un desastre la verdad. Habían varias personas que aún no habían sido atendidas por los doctores y claramente se veía que era un día agetriado.

Vimos a Melissa en la recepción anotando algunas cosas en papeles y nos acercamos a ella.

—¿Señora McCall?, –le llamó Mason.

—¿Si?, –ella alzó la mirada y sonrió al vernos.

—Hola chicos, ¿me trajeron la cena?, ay que lindos, –dijo acercándose para ver la bolsa y Mason negó de inmediato.

—No, no es la cena.

—¿No es la cena?, –ella abrió la bolsa, donde claramente vio la rata muerta, —Esa definitivamente no es la cena.

—Esperábamos que pudiera revisarla, –le comenté.

—Y yo esperaba que alguien me trajera la cena, –contra atacó y suspiré indignada, —No es momento para hacer autopsias de ratas, así que tomen esto y vayan a estudiar.

—No pero enserio-

—No... vayan a casa, –finalmente aceptamos rendidos y dimos media vuelta para irnos.

Fue más lo que duré en poner la rata en la bolsa que lo que duramos aquí.

Pero antes de que nos fuéramos, vi una máquina expendedora en la recepción, y ni siquiera lo pensé cuando paré en seco y los chicos frente a mi lo notaron.

—¿Que pasa?

—Quiero comer algo...

—¿Tienes dinero?, –mi sonrisa se borró al saber que no tenía nada de dinero.

HABIT ↻ liam dunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora