Capítulo 13 👑

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Luca

Todos los hechos de hacía tres años me sacudieron con brutalidad.

El hospital, mi desesperación por encontrar a Alayna, la dura depresión que me costó superar. Hubo noches dónde no dormí y pronuncié su nombre con la esperanza de que regresara. La extrañé cada maldito segundo y mi corazón no podía latir sin ella.

Me perdí en un laberinto de dolor y encontrar una salida fue la prueba más difícil. Cualquiera en esta casa había sido testigo de cuanto sufrí su ausencia. Después de su partida todo mi mundo se derrumbó. Kiara lo sabía y prefirió mantenerse al margen mientras veía cómo me destruía a mí mismo. Me convertí en pedazos y no hizo nada.

Nada...

—Lo supiste todo este tiempo —espeté con frialdad—. Permitiste que creyera lo peor de ella.

Su cara era un manojo de nervios y miedo.

—Yo... no pude decírtelo antes —murmuró con la voz rota—. Juro que lo intenté, pero él no me permitió. Me aseguró que Alayna ya no volvería y era mejor que la superaras. Quería protegerte, Luca.

¿Protegerme de qué? Eric no se preocupaba por mí. Siempre tuvo dobles intenciones y apartó a la mujer que amaba porque la consideraba un obstáculo para sus planes. Me quería casado, liderando Palermo con Isadora a mi lado. Alayna era demasiado volátil. Jamás hubiera podido manipularla como lo hizo conmigo estos últimos tres años. ¿Y las chicas? Él no las salvó.

Fue ella.

Mi mariposa.

Tantas dudas me hicieron doler la cabeza y mi estómago se hundió. Necesitaba llegar al fondo de este enredo. Oscura rabia vino a través de mí y enfrenté a Kiara. Ella retrocedió con los ojos amplios, su cara presa del pánico. Probablemente me veía como un lunático, pero estaba furioso. Me arrebataron mi felicidad y yo lo permití.

—Nunca lo esperé de ti—jadeé con dolor—. Me traicionaste.

—Luca...

—He sido infeliz desde que era un niño y gracias a ella pude recuperar mis ganas de vivir. ¿Tienes idea de cuánto la amo?

—Lo siento...

—¡No te atrevas! —La interrumpí—. ¿Realmente creíste que lo mejor era estar alejado de ella? ¿Acaso no me ves? ¡Estoy muerto por dentro!

Se cubrió el rostro con las manos. Trató de retener algunas lágrimas, pero estas cayeron sin que pudiera detenerlas. Sollozó fuerte, la culpa no permitió que hablara con coherencia. Su cuerpo se sacudió por el llanto.

—Me juró que Alayna solo traería destrucción a tu vida. Él dijo que no era buena para ti.

Una carcajada brotó de mi pecho, el peso de las palabras arrollándome y las lágrimas nublaron mi visión. Alayna siempre había tenido inseguridades y él las usó en su contra. Mi mariposa torturada.

—¿No es buena? ¿En serio, Kiara? ¿Necesito recordarte todo lo que hizo por mí? ¿Por nosotros?

—Tú necesitas una familia estable...

—¡Ella era mi familia! ¡Ella era mi vida! ¡Mi todo! —Me quebré y retrocedí—. Ella era mi mundo. Sigue siendo mi mundo.

Su mirada bajó al suelo, incapaz de observar mis ojos.

—Amo a Alayna, realmente lo hago —tragó saliva—. Nuestro tío fue una gran influencia en su decisión, pero ella le tomó la palabra. Nunca le puso un arma en la cabeza. Te dejó por voluntad propia.

El Rey Oscuro [En Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora