Estúpido buen corazón •⊰Taekook⊱•

ღ Capítulo 16 ღ

Doy vueltas y vueltas, ¿por qué sigo regresando a ti? Voy hacia abajo y abajo, soy un tonto incluso ahora. Lo intenté todo, pero no puedo evitarlo, mi corazón y mis sentimientos me controlan. No escucho mis palabras, estoy hablando solo de nuevo.
—I need u; BTS

La brisa se sentía helada estando ya bien entrada la noche, estaría bien decir que el aire se percibía fresco, pero el intenso humo del tabaco estaba colándose directamente por sus fosas nasales, generando una sensación de liberadora opresión. La nicotina permitiéndole distraerse por un momento de los pensamientos desagradables sobre sí mismo.

Hacía bastante tiempo que no tenía un cigarro entre los labios, lo había dejado con innegable determinación, pero ese día ya había sido demasiado. Se sentía al borde, a un suspiro de desmoronarse.

Observó el oscurecido cielo, como una barrera que le protegía de lo peligroso y lo desconocido, que se extendía con hermosa infinitud sobre el estacionamiento de su unidad residencial. Estaba esforzándose por despejarse, por dejar de sentir ese revoltijo en el estómago, esa calidez en el pecho, ese nudo en la garganta y esa maraña de divagaciones en la cabeza.

Se sentía diferente, se sentía como nunca antes se había sentido y le agobiaba el hecho de que el causante era Taehyung. ¿Cómo iba a destrozar su corazón si acababa de comprobar lo mucho que le disgustaba verle mal? Cuando le había visto llegar así, tan afligido, solo había querido consolarle y estrecharle entre sus brazos hasta que volviera a sonreír, y ahora había llegado tan lejos con su supuesto plan que sentía que ya no podía escapar de él.

«—Crees que lo que sientes por Taehyung es solo deseo porque nunca has experimentado algo más y no sabes lo que es».

Negó en medio de un resoplido, ah, tonto Wooyoung, llenándole de ideas que no tienen nada que ver con la realidad. Era solo el agotamiento físico, lo que jodido infierno fuera eso que estaba sintiendo nada tenía que ver con lo que había dicho su amigo.

Esperaba que dormir y descansar fuera suficiente para deshacer esas emociones extrañas, esperaba sentirse él mismo de nuevo al día siguiente, que el amanecer trajera de regreso al muchacho desinteresado al que no le importan los compromisos, el muchacho que podía enrollarse con quien se le viniera en gana sin terminar deseando más de alguien, de una misma persona, de esa persona.

—¿Jungkook? —Se giró para encarar al recién llegado, dejando salir el humo con una suave y lenta exhalación.

—Hey, ¿todo en orden? —le preguntó, viéndole detenerse a su lado.

—Sí, Yoonie hyung no estaba enfadado como esperaba —respondió—. Me dijo que ya suponía que estaba contigo, pero se tranquilizó luego de que le asegurara que estaba bien. —El azabache asintió y notó que se cruzaba de brazos—. No sabía que fumabas.

—¿Umh? Lo dejé desde que comencé en la academia —musitó, observando el cigarro que apenas iba a la mitad—, hoy solo hice una excepción.

—No deberías hacerlo, te hace daño —dijo el mayor, mirando hacia el frente con el ceño ligeramente fruncido—. Ahora eres joven, pero a futuro podrías-

—No lo hago precisamente por gusto —interrumpió, a la defensiva. «Encima de que lo retomé por tu culpa...»—. Es la puta ansiedad.

—Ya. —Taehyung se giró por completo hacia él, y Jungkook también le miró de frente mientras daba otra profunda calada—. Es simple, desde ahora —comenzó, sus ojos viajando hasta los labios del azabache, que aprisionaban la colilla—, cada vez que quieras fumar, me besas.

—¿Q-qué? —inquirió, hasta arriba de nervios, evitando el contacto visual.

—Mis labios son mejores que un porro, eso te lo apuesto —aseguró, en un tono bastante bajo, y no era como que el menor pudiese contradecir aquella afirmación. Era cierto, muy cierto. Se perdió en sus ojos por unos segundos, dando una última bocanada antes de alejar el cilindro de tabaco y mantenerlo a su costado izquierdo.