Capítulo 27 "Viaje en carretera"

434 67 54
                                    

¡Hola, Ma Chérie! Hace mucho que no escribo para ti, lo siento

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¡Hola, Ma Chérie! Hace mucho que no escribo para ti, lo siento. Espero te alegre saber un poco de mí así como yo me alegro de escribirte.

Te voy a contar más sobre mí, quiero que me conozcas plenamente y que mejor que contarte mis reflexiones en un viaje de carretera.

Tal vez has hecho uno y sabrás que los pensamientos son tu fiel acompañante en todo el trayecto. Revives recuerdos, te retractas de no haber hecho algunas cosas o te arrepientes de hacerlas.

Algo que apareció en el viaje fue la nostalgia. El recuerdo de mi familia y de mi niñez me da nostalgia. Tuve una vida privilegiada y no siempre me di cuenta de eso, me arrepiento de no haber disfrutado esos momentos.

A pesar de que la historia de mis padres haya sido complicada, ellos ponían al lado sus diferencias para hacerme feliz. Si quieres, algún día te podré contar la historia de ellos dos, parece sacada de una película. Un encuentro casual en el gimnasio que terminó con una amenaza de muerte. Suena muy loco, lo sé. Hasta yo dudé de la veracidad de la historia, pero todos me decían la misma y por más que haya buscado algo que no cuadrara fue imposible.

¿Has escuchado de los internados? Yo estuve en uno y no fue tan malo, de hecho me fascinó. Pude experimentar la libertad y la independencia por primera vez. Tengo muchas anécdotas tanto buenas como malas, había momentos donde no tenía la más mínima idea que hacer. Siempre llamaba a mi madre para sentirme acompañado, en especial en las noches de invierno. Cuando me sentía más solo la llamaba, no hablábamos solo nos hacíamos compañía.

El día que me fui al internado se sintió distinto al resto de días.

Mi padre vino a la casa de mi madre desde muy temprano y me preparó un delicioso desayuno francés. Los distintos bizcochos rellenos fueron lo primero que llamó o atención en la mesa.

Sabía que mi madre iba a llorar, soy su único hijo. Pensaba que irme a un internado iba a ser lo peor, tenía miedo.

Durante mucho tiempo estuve en una cúpula de cristal alejado del mundo exterior. No conocía a muchas personas solo a mi núcleo familiar y a unos pocos "amigos" de mis padres.

Fingía saber quiénes eran, pero cuando se acercaban yo apenas y me acordaba de sus nombres.

Mis padres estaban conscientes que yo estaba excluido del mundo. Decían que sería difícil para mí ir a un lugar nuevo y descubrir todo yo solo. Decían que un niño que solo conoce el bien y cree qué hay bondad en cada ser humano sería un gran choque y vaya que lo fue.

Soy reservado, lo dije desde el principio. Solo soy abierto con las personas que lo valen. Tú eres la única que lo vale, en tus ojos veo que es así.

Mi padre es un hombre sabio y él estaba consciente de que la vida me iba a atropellar en esta nueva etapa de mi vida. Me dio unos consejos que hasta el día de hoy prevalecen en mi mente.

Ya mi madre estaba perdiendo la batalla con Morfeo y se dio por vencida no sin antes darme un beso de buenas noches.

Mi papá se iba a quedar en el cuarto de huéspedes. Él quería hablar conmigo, pero antes verificó que mamá estuviera dormida. Nos sentamos en el marco de la ventana de mi habitación y me preguntó sobre mi opinión respecto al internado.

Cómo el niño inocente que era le conté mis ilusiones, mis expectativas sobre el internado.

"Quiero amigos, quiero experimentar la complicidad qué hay entre ellos. Quiero tener mi propio cuento, quiero tener mi propia historia. Quiero ser feliz." Le había dicho.

Él se había mostrado muy confundido con mi respuesta, no esperaba que un niño como yo dijera eso.

"Soy amante de los libros. No busco vivir eternamente ni mucho menos varios años. Yo he vivido más que la mayoría de personas. Cada libro es una vida distinta, nuevas experiencias y obstáculos que muchos no llegarán a vivir solo por no tomarse el tiempo de aventurarse en la lectura. Quiero crear mi propio camino, ser el autor del libro de vida y quiero ser feliz."

Mi padre quedó impresionado por mi respuesta. Él me dijo que su niño ya parecía una persona grande, esas reflexiones no las tenían cualquiera.

De ahí en adelante solo compartimos un momento padre e hijo junto a un chocolate caliente acompañado de la luna y las estrellas.

Desde ese momento, las estrellas empezaron a significar mucho para mí y me prometí que en mis mejores memorias las tendría de testigo y por ahora mis mejores momentos son cuando hablo contigo. Escribo las cartas en la penumbra de la noche con una capa de estrellas acompañándome.

Esta carta fue más bien al estilo memoires. Te conté mis memorias esperando puedas sentir aquellos momentos de mi vida.

Te dejé una foto que tomé en la carretera donde estaba haciendo el viaje en carretera. Ojalá existiera la posibilidad de hacer uno juntos.

Nos vemos en la próxima letra, Chérie. Va a ser muy pronto, ya lo verás.

Espero les guste la foto que hice

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Espero les guste la foto que hice.

Recuerden VOTAR, COMENTAR y COMPARTIR la historia.
Los quiero ❤️🥀

AMOR ENTRE LÍNEASWhere stories live. Discover now