8. Capítulo

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Se miró en el espejo, en ropa interior, ya que iba a ducharse. Sin darse cuenta una lagrima salió de su lagrimar derecho, recorriendo toda la roja e hinchada mejilla hasta llegar la barbilla, para después caerse en la barriga para deslizarse y desmoronarse en el pie derecho. Odiaba su reflejo, lo odiaba desde el minuto uno que se vio en un espejo.

Las cicatrices eran perfectamente visibles. Su coleta estaba muy mal hecha, ya que tenia más mechones de pelo más fuera que dentro del coletero. Más lágrimas salían de ella hasta inundar sus ojos. No hacía nada, no pestañeaba, no sollozaba, no se movía, solo estaba mirándose, odiándose cada vez más.

De un momento a otro levantó la mano izquierda para tocar ese reflejo, ese odiado reflejo, para después darle un puñetazo, no consiguió romper todo el espejo, claro está. Le dio otro golpe, esta vez más fuerte, consiguió romper esta vez una parte del espejo. Los golpes se daban solos, cada vez más rápido y más fuerte, pensando que no podía controlarlo. Cada vez dolía más, cada vez los pequeños trozos de cristal se clavaban más en los nudillos.

Pero llegó un momento en el que dejo de doler, ahí dejó de golpearlo. Vio sus manos, llenas de sangre, su propia sangre. Entonces vio el espejo, o lo que quedaba de él, solo podía verse un ojo, su ojo derecho, su ojo rojo de tanto llorar. Sus grandes ojeras negras también las veía, inevitables, como siempre.

Sus piernas no daban para nada más, las rodillas cayeron al frio suelo. Empezó a llorar otra vez y más fuerte. No lloraba, gritaba, quería desahogarse, y lo había conseguido. Se miró las manos, no estaba sorprendida por la cantidad de sangre que brotaba, había sufrido más, había brotado más sangre por su pálida piel. No quería levantarse, no quería levantarse por el resto de su vida.

Se sentó de tal manera que estaba abrazando a sus rodillas, viendo fascinada como la sangre recorría todo el brazo hasta llegar al codo y se caía en el blanco suelo, manchándolo con el intenso color rojo.

-la falsa Artemisa





N/A: este relato lo tenía desde hace bastante tiempo guardado en mi ordenador. Esto no quiere decir que no es mío, al contrario, este es uno de los mejores relatos que he realizado. Muchas gracias a todxs. :)

Relatos de una persona incandescenteWhere stories live. Discover now