Demasiado

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Se había declarado? Ese maldito idiota se le había declarado?
La muchacha se miraba los pies que no le tocaban el suelo mientras estaba sentada en la cama, había dejado a Hana en el comedor y se había ido a su habitación.

El pelirrojo se levantó y pasó su mano por la nuca mientras suspiraba. Era idiota, cómo podía cagarla así? Recordaba cuando había visto que Myaka se iba del piso y él solo pensaba en deshacerse de Haruko y ir tras ella, porque ese sentimiento? Cuando se había olvidado de la castaña?

En medio del pasillo miró la puerta cerrada de la habitación de la morena, se mordió el labio, estuvo unos segundos meditando y de repente se abrió la puerta.

Myaka - bua! Que susto!
Hana - Arg! Mierda!

Myaka - Es inquietante que estés aquí...

Hana - No tienes sentimientos o que?

Myaka - Eh? Que!?

Hana de repente se enfadó, era obvio que la muchacha tenía sentimientos hacia él y los negaba, el chico entró y ella se fue hacia atrás algo asustada, estaba serio y la miraba inquisitiva mente, como cuando se concentraba en un partido.

Hana - Que piensas de mí?

Myaka le miró de pies a cabeza, el chico con su pantalón de básquet y una camiseta estrecha blanca, marcando su musculatura, la mirada sería y la mandíbula marcada, el pelo rojo, algo crecido, era muy atractivo.

Myaka - Estás muy bueno

Hana no se esperaba la respuesta y se puso algo colorado, rápidamente volvió a su mirada seria mientras la muchacha reía.

Hana - Y que más?

Myaka - Eres guapo

La chica sonreía, sabía que estaba bajando las defensas del muchacho por el color de sus orejas, siempre le dirvertía tener el control de las situaciones con los hombres.

Hana - Mh... Sólo eso?

Myaka le miró, la verdad no, la morena se acordaba de la sonrisa del chico, de su amabilidad, de lo dulce que era, lo interesante que era y lo fácil que habían cogido confianza, pero eso prefería guardarlo.

Myaka - Que quieres?

Hana bajó la mirada ligeramente decepcionado, quizás la conexión que había sentido por la muchacha, había sido solo por su parte, fue hacia la puerta cabizbajo, Myaka suspiró y fue hacia su cama, esperando escuchar como se cerraba la puerta, pero eso no ocurrió.

Se escuchó el clack del pestillo.

Hana - Vale, está bien dejarlo claro...

Myaka - Hana... Que?

La chica enmudeció viendo como el pelirrojo se acercaba a ella, quitándose lentamente la camiseta, dejando al descubierto sus abdominales y sin dejar de mirarla con ojos hambrientos, era imposible no reaccionar a semejante estímulo visual y con el solo contacto de la mano del muchacho en su rodilla un leve gemido salió de sus labios.

Myaka - Baka, no hagas bromas...

La miró a los ojos, la morena se había apartado hasta tocar la pared, el chico apoyó la rodilla en la cama, entre las piernas de la muchacha, mientras subía la mano de la rodilla al muslo, acercándose peligrosamente al rostro de la morena.
Con la otra mano sujetó el rostro de la chica, ella lo había girado para evitarle y agarrando su mentón la forzó a mirarle a los ojos.

Myaka - Sem-pai...

Une escalofrío recorrío la nuca de Hana, ese acento, esa cara...

Hana - Te aseguro que no serás capaz de hacer ver que esto no ha existido

Muchacha de ojos grisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora