Rastros de Amor [Editando]

Capítulo 7

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*****Hola, interrumpo su lectura para decirles que el Capítulo 1 esta debajo de NOTA IMPORTANTE no sé por que se han dispersados, lo intenté arreglar miles de veces y no se organizan. Gracias x leer esto, t dedico estas 6 palabras a ti, sí, a ti:
¡¡Eres mi hermosa bolita de grasa💙💚💛💜❤!!
   Sin más les dejo mi besito desde la distancia y espero que este fallo no les moleste, continúen disfrutando de la historia 😘😘*****
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––Mamá, te estaba llamando pero no atendiste el móvil ¿pasa algo? –– pregunté preocupado.

––Todo está bien no te preocupes, tengo que ir al banco para firmar unos documentos y luego daré una vuelta, necesito despejarme, mejor ve a trabajar. Ah y busca en la galería de locales en la carpeta restaurantes y elije el que crees más adecuado, luego lo envías a mi correo para revisarlo bien y enviarte con el dueño. No me había fijado bien en ti ––dijo apuntando la mancha ––¿Qué le pasó a tu camisa?

––Me calló café malhumorado ––dije con el semblante serio ––será mejor entre y me cambie de camisa, siempre traigo una extra en caso de emergencia y está claro que es un momento oportuno.

––Está bien, recuerda que hoy almorzaremos los 3 juntos ––culminó antes de darse vuelta y montar en su auto.

––Está bien ––siempre acostumbramos a almorzar juntos, no me quejo por eso, porque tener una familia y pasar tiempo con ella es genial, pero cuando mi madre lo dice con un suspiro acompañado con un tono de voz bajo como diciendo »no me siento nada bien y lo único que necesito es estar sola con ustedes« significa que es mala señal, además no es de los jefes que sale del trabajo sólo para firmar documentos, para luego estar sola en su lugar oculto, el cual todos desconocen, inclusive mi padre y yo. Está claro que algo le pasa, y por más que le pregunte para ayudarla no me dirá nada, así es ella, callada, reservada y misteriosa.

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   María seguía sin poder creer lo antes visto, estaba pasmada y boquiabierta al ver el gran parecido entre Raquel y su hija.

––Abuela ¿te encuentras bien? ––preguntó Camila despertarndo a María de sus pensamientos.

––S..sí ––balbuceó María con el rostro volteado, luego regresa la mirada a su nieta e intenta disimular su comportamiento ––¿Cómo es que sabías que estábamos aquí?

––Las vi desde la ventana. Vengan, las llevaré a mi trabajo.

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    Estoy sentado en la silla giratoria de mi oficina mientras giro en ella con la mano en la barbilla y una mirada pensativa de ojos entrecerrados...
»Esa chica me está sacando de quicio, si ella cree que puede llamarme como le da la gana está muy equivocada, le voy a demostrar a esa niñita quién es Daniel Ozdemir«
    A través de las paredes de cristal de mi oficina observo a Geydi saludándola de un forma tan cariñosa como si se llevaran bien de toda la vida, hasta parecían familia, desde acá se podía escuchar su plática...

––Hola Sra. María, ¿cómo está? ––preguntó Geydi dándole un abrazo. En serio que es extraño verla abrazando a otros, apuesto a que todo es fingido.

––Bien y tú cómo estás querida ––sonrió María.

––Bien. Hola Yésica cóm...

––¡¿Geydi?! ¿Qué carajos haces aquí? ––preguntó Yésica.