My Only One 3 •Editando•

Capitulo 40

Hailey

—¿Me veo bien?

—Sí, ya te dije que sí por quinta vez, Octavia —respondí riendo mientras ella daba otra vuelta frente al espejo.

—Está bien... —dijo alisándose la blusa blanca que llevaba puesta. Era preciosa, de tela suave, y la combinó con unos pantalones negros de mezclilla y una chamarra de piel negra que la hacía ver increíble.

—Te ves bellísima —dije sonriendo orgullosa.

Ella soltó una risita nerviosa y luego me abrazó fuerte.

—Sabes cuánto te quiero.

—Pero no me has dicho con quién es tu cita —dije levantando una ceja mientras me sentaba en su cama.

—Emmm... es secreto.

—¿Secreto? —pregunté entrecerrando los ojos.

—Sí.

—Bueno, me tengo que ir —dije levantándome.

—Gracias... —murmuró respirando hondo.

—Suerte, te quiero —dije mandándole un beso al aire.

Salí de su departamento y crucé hacia el mío. Ni bien abrí la puerta cuando escuché:

—¡HAILEY!

—¿Qué pasó? —pregunté asustada.

Alex salió de su habitación, nervioso, ajustándose la camisa.

—¿Me veo bien?

Me apoyé en la puerta y lo observé de arriba abajo.

—Guapísimo. ¿A dónde vas?

—Aaaa... cenar... iré a cenar... con unos amigos —dijo demasiado rápido.

—Mmmm... —murmuré.

—¿Qué?

—Nada... suerte —dije guiñándole un ojo con malicia.

Él se tensó como si hubiera descubierto su secreto, tomó sus llaves y salió por la puerta sin decir más. Yo solo sonreí y me encerré en mi habitación.

(...)

Más tarde, estaba recostada en mi cama con la computadora sobre las piernas. Liam apareció en pantalla, con su cabello despeinado y una sonrisa enorme.

—Entonces... ¿Octavia y Alex? —preguntó levantando las cejas con una sonrisa traviesa.

—¡Lo séeeee! —dije riendo.

—Qué bueno por ambos... necesitan amor —dijo riendo.

—Y mucho —añadí yo.

Él rio y luego me miró con dulzura.

—¿Y cómo estás?

—Muy bien, cansada —respondí acomodándome el cabello.

—Solo te faltan aproximadamente nueve meses para graduarte.

—Y a ti te falta aún más poco.

—Sigo sin poder creer que soy mayor —se quejó en tono dramático.

—Ni yo —dije suspirando.

—Pero lo bueno es que me veo más joven.

—Sí, claro.

—¿Quéeeee? —dijo fingiendo estar ofendido.

—Nada, solo digo que te ves de alguien de tu edad —dije encogiéndome de hombros.