HECHIZO🧧

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Boruto tenía una personalidad tan atrayente que en un par de días que lo visitó le bastó para enamorarse perdidamente de él. Otra vez caía rendido a sus pies.  Era inevitable sentir aquello ya que después de todo él era su sol.

Pero no todo era alegría ya que Mitsuki sentía una gran angustia cuando su sol se retiraba. Solía verlo alejarse con infinita tristeza desde la ventana de su habitación sólo para que instantes luego se transforme en esa horrible bestia.

Habían transcurrido varios días y él solo podía pensar en Boruto. Lo esperaba con ansias y disfrutaba cada segundo que pasaba a su lado. Casi le había mostrado la mansión al completo, los jardines incluídos.

Esa mañana estaba especialmente desesperado por ver a su sol ya que anhelaba decirle cuánto lo amaba y lo mucho que lo necesitaba ya que sin él no podría vivir. Pero la maldita bruja se corporizó nuevamente frente suyo.

-¿En serio crees que ese jóven te ama? -  ella reía burlistamente - ¿Qué harás cuando tengas que contarle tu secreto?
-Vete Karin

- Ese jóven solo siente por tí lujuria no amor, además está fascinado con tu mansión. Interés también ¿no crees?
- No es cierto. Boruto me ama a mí por mí mismo

- ¿Acaso lo olvidaste ya Mitsuki? Mi hechizo te aisla de todos y de todo.
-¿Por qué me haces ésto? - preguntó el peliazúl dolido

-¿Por qué? - Karin se le acercó peligrosamente - ¿Preguntas por qué? Yo te dí mi corazón pero tú lo estrujaste rechazandome.

Karin era mucho mayor que él ya que bien podría ser su madre y Mitsuki era un joven de 16 años como Boruto.
- Perdón Karin, en verdad lo siento pero....no es a tí a quien amo....no a tí...entiéndelo de una vez......

-¡No, no y no! ¡Serás mío o no serás de nadie! ¡Entiendelo tú Mitsuki! Además puedo desacerme de Boruto muy fácilmente si sigue estorbandome. Recuerdalo.

- No podrás dañarlo, además él me ama y romperá el hechizo. Así tú perderás.
- No cantes victoria antes de tiempo Mitsuki.

El felino blanco apareció en ese instante. Al verla se transformó en una gigantesca pantera blanca lisa. Feroz se lanzó a ella atacándola con sus garras y colmillos. Tenia dos colas.

Karin quiso matarla pero tarde descubrió que le sería imposible hacerlo al ver la clase de poderes de ataque que el animal tenía que con sus garras despedazó parte de la carne de la bruja.

-¡Maldito! - rugió ella - ¡¿Qué clase de animal eres?!
- Soy el Nibi - la aterciopelada voz de jóven resonó en el lugar. Venia de la mente del felino blanco - Más bien conocido como Matatabi, el bijuu de dos colas.

-¿Qué? - karin no daba credito a lo que veía y oía. Mitsuki estaba tan asombrado también que habia enmudecido a su vez

- Tu hechizo sigue en pie Karin - prosiguió el Nibi - Por ahora bruja endemoniada pero....pero se romperá ante la primer muestra de amor que alguien de allá afuera realice a Mitsuki sin necesidad de apuñalar su corazón.

-¡No! ¡No puedes interferir!
- No solo puedo hacerlo sino que ya lo he logrado ¿ves?
-¿Por qué? Éste dejó de ser territorio de los bijuu hace siglos

- Error bruja - respondió el Nibi - Nunca dejó de ser nuestro territorio. Que ninguno de nosotros  nos  hayamos mostrado antes, no significa que hayamos perdido poder aquí.

- Mitsuki es mío - exclamó ella posesivamente provocando en el aludido escalosfríos
- No, no lo es. Aunque por ahora él sigue bajo tu control. Sin embargo cuando el hechizo desaparezca tú....dejarás de existir para siempre....Karin. Y eso no podrás evitarlo. Ahora ¡Largo de aquí!

Karin no se quedaría de brazos cruzados, tendría a Mitsuki en su cama atado a su voluntad para siempre quiera él o no. Esos eran al menos sus pensamientos a la hora de desaparecer del lugar.

Al quedar solos la gigantesca pantera blanca volvió a ser el dulce e indefenso gatito pero concervaba sus dos colas. Como gato que era se le acercó a él y mientras se le restregaba maullaba.

- Gracias Nibi....muchas gracias....
Mitsuki empezó a llorar pero el felino lo cabeceó sin dejar de ronronear.

"No te preocupes tanto Mitsuki, todo saldrá bien ya lo verás"

Aquella joven voz resonó en el lugar.  El peliazúl se secó las lágrimas con las mangas de su camisa.
- Gracias nuevamente - luego miró por la ventana. Era un alivio saber que alguien cuidaba de su persona - Quedate conmigo para siempre....Nibi

"No hay problema"

Escuchó cómo esas palabras resonaban en su mente. Mucho más tranquilo acarició al felino de dos colas con una sonrisa en esta ocasión. 

La voz de Boruto lo regresó al presente, felíz bajó a la planta baja con una gran sonrisa dibujada en sus labios. El Nibi lo seguia de cerca sin dejar de ronronear.

Monstruosa Realidad (MitsuBoru)Where stories live. Discover now