epílogo

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7 de febrero de 2021
Raymond James Stadium, Florida

—¿En serio, Kenzie? —pregunta Gisele al verme entrar al box—. ¿Es en serio?

—A ver, tengo que apoyar a ambos.

La brasileña rueda los ojos ante mi locura y yo sigo como si nada, presumiéndole al resto de la familia Brady la camiseta que llevaba puesta. Tenía la mitad de los Chiefs y la mitad de los Buccaneers, esto soy. El pequeño Finn también estaba de la misma manera, aunque todos sabemos que va a crecer siendo de los Pats como su mamá.

—Estoy muy nerviosa —admito sentándome entre mi cuñada y Erin, que obviamente no se podía perder este día.

—¿Recuerdas cuando se estaban peleando por qué supuestamente iban a traer a sus equipos a la final? —me pregunta la modelo y yo asiento emocionada—. La capacidad que tienen para predecir esas cosas, los odio.

—Y bueno, al menos están ambos y pudimos venir, porque si contábamos con los Patriots...

Golpeo a la alemana en el hombro y esta se queja sonoramente, despertando a mi hijo que empieza a chillar. La castaña entiende que es su momento de calmarlo y lo hace por mí, menos mal Finny no es muy llorón y en unos minutos vuelve a dormirse.

Es muy raro lo de ser local en una final y creo que es la primera vez en la historia que pasa esto, pero me gusta saber que conozco el lugar en el que voy a estar al menos. Pude venir a varios partidos antes de dar a luz y me encanta la afición de los Bucaneros. Tom sigue rompiendo récords y pase lo que pase esta noche, estoy muy orgullosa de él.

—¡Vamos, Chiefs! —grito luego de que Butker anotara los primeros tres puntos del partido.

Mis padres se voltean a verme con el ceño fruncido y me imagino que esto va a ser así el resto del encuentro. Saludo efusivamente a la familia de Patrick, que estaba en el box al lado del nuestro, y estos me lanzan besos desde la distancia. En un rato voy a saludar.

Antes de que el primer cuarto terminara, los Buccaneers hacen el primer touchdown de la noche, tras una gran jugada de mi hermano con Gronkowski. Me siento una persona terrible celebrando por ambos equipos, pero hey, la situación lo amerita.

No sé muy bien que le estaba pasando a la línea ofensiva de los Chiefs, pero Patrick no tenía tiempo de tomar decisiones por la poca seguridad que le brindaban. Lo peor de todo es que la defensiva tampoco estaba teniendo su mejor día, porque la conexión Brady-Gronk los estaban haciendo trizas. Touchdown para Tampa y la cosa se pone 14-3.

Cuando Kansas empieza a generar más ritmo de juego, la defensa del equipo de Florida reacciona y los detiene. 14-6 y la última acción ofensiva va a ser para Tampa. Minutos luego, 21-6 a favor y de nuevo, pase perfecto de Tom, pero a Antonio Brown en esta jugada.

—Voy a saludar a la familia de Patrick, ya vengo —le informo a mi familia, sacando al pequeño Finn de su coche—. Guárdenme pizza, animales.

Salgo del dichoso box y veo a lo lejos, en el primer box del lugar, a Brittany, con la pequeña Lucy Mahomes en su carrito. Sé que la rubia es amiga de algunas de las novias de los jugadores de los Chiefs todavía, así que me imagino que alguna de ellas la invitó. Cruzo en el pasillo al lado derecho y agradezco a los cielos que ella no me haya visto a mí. No nos vemos desde el día que le destrozamos el coche.

—Buenas, buenas —murmuro entrando con dificultad al palco de la familia de Pat—. ¿Cómo andamos?

—Un poco molestos por el resultado, pero viendo a este pequeñín, se nos quita el enojo —dice Randi, la mamá de Pat, quitándome a mi chiquito de los brazos—. Mia, ven a ver a tu sobrino.

super bowl | patrick mahomesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora