Capítulo 17: La batalla de Trost -Séptima parte-

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-No. Debo hacerlo.- Respondía Eren de manera seria, mientras que Armin tenía la vista perdida en el suelo, pensando en lo que dijo su amigo antes. ¿En verdad confiaba en él? -Además, lo haré solo. No quiero que ninguno de los dos me siga.-

-Olvidalo. Entonces voy contigo.- Sentenció la azabache seriamente, sin perder de vista al castaño, quien frunció aún más el ceño contra ella. Mientras que Armin ni se percataba de nada de lo que decían.

-¡Deja de ser tan caprichosa! No soy ni tu hermano pequeño ni un niño.- Decía de manera irritada el joven Jaeger, mientras que ella se mantenía firme con su postura.

-Aun así, no puedo dejarte solo... No de nuevo.- Mikasa decía con un tono de voz algo más dolido, pero sin perder su semblante serio de antes. Eso solamente lograba enojar cada vez más al Jaeger.

-¡Ya me estás hartando, Mikasa!- Trataba de hacer todo lo posible para que ella lo dejara en paz. No quería estar constantemente dependiendo de ella, pero además de que arriesgue su vida. Sin embargo, al ver que se mantenía en su lugar, apretó los dientes solo para decir. -¡¿En verdad dejarías que el sacrificio de Naruto haya sido en vano?! ¡¿De verdad pondrías en riesgo tu vida, después de que él entregó la suya por ti?!-

Eso en verdad que no se lo esperó ninguno de los dos.

Mikasa abrió los ojos mientras que éstos se cristalizaron, con aquel sentimiento de vacío de antes retornando a su cuerpo. Un dolor en el centro de su pecho, al mismo tiempo que Armin levantaba su vista completamente sorprendido de lo que acababa de decir Eren.

El pequeño Arlert podía ver como él mantenía el ceño fruncido, viendo a su "hermana" inclinar su cabeza hacia abajo. Había sido duro con ella, pero solamente para que entrara en razón. Ya se han perdido bastantes vidas en un día. Y el simple hecho de pensar que Naruto había muerto, le hacía enojar.

A los tres les pesaba lo que ocurrió hace ya unos momentos. Pero sabían que no era momento para ponerse sentimentales. Era algo que Naruto mismo diría si estuviera con ellos ahora. Y fue algo que el rubio le dijo a Armin hace varias horas.

El pensar en eso, solamente provocó que más recuerdos volviesen a su mente. Principalmente aquellos que compartió con Naruto antes. Los días de entrenamiento, las veces que platicaban juntos, los momentos que compartían con los demás en el comedor, y mucho más.

Pero principalmente recordó algo que le dijo en los últimos días de la academia.

"Tu no eres una carga, solo te falta confianza en ti mismo... Una vez que lo soluciones, verás las cosas de otra manera."

No podía pensar en ser siempre la carga. Nunca más se dejaría llevar por sus ideas de ser un inútil para los demás. Aquellos pensamientos deberían quedar en el olvido. Sus amigos confiaban en él, poniendo sus vidas en sus manos. Fue por eso que después de mucho pensarlo, Armin se levantó de su lugar, mientras que sus dos amigos lo observaban con curiosidad.

-Los persuadiré.- Fue lo primero que dijo, mientras que su cabello ensombrecía sus ojos. Su voz sonaba confiada, mezclada con determinación. -Ustedes muestran que no pretendemos resistirnos.-

Ante eso, Eren sonrió ligeramente al ver como Armin se encargaría de todo. Ponía su fe en él, y confiaba plenamente en que lo lograría. Mikasa por su lado se lo quedó viendo algo sorprendida, teniendo los ojos algo húmedos por lo de antes. Sin embargo, al ver al pequeño rubio así, la sacó de sus pensamientos de antes.

De esa manera, Armin dio media vuelta, comenzando a caminar firmemente, dirigiéndose al otro lado del humo. No prestaba atención a nada en particular. Solamente oía el sonido de sus pisadas, al igual que las voces de Kitz y de alguien más del otro lado.

El Rey de los TitanesWhere stories live. Discover now