4 - Cambios abruptos

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Las tres chicas estaban jugando con las cartas cuando Vibie recibió una llamada. Dudaba si atender o no, porque no quería dejar de jugar, pero al ver quien era supo que debía hacerlo sí o sí.

–¿Quién es?– dijo Alisse, resoplando.

–Es mamá.– dijo Vibie, casi en un susurro.

Atendió, y escuchó a su madre hablarle.

–Vibeke, escúchame bien.– dijo la voz gélida de Vila Ellyllon, hablando demasiado rápido como para que su hija pudiera responder.– Necesito que tú y tu hermana vengan cuanto antes. Es difícil de explicar... Pero tu padre está siendo trasladado al hospital, está herido de gravedad. Nathalie está llamando a la policía. Vengan tan rápido como sea posible.

Vibie estaba en estado de shock. Murmuró "Ok" y dejó que su madre colgara. Miró a su hermana con una mirada muy seria y entonces ambas recogieron sus cosas.

–¿Qué sucede?– preguntó Line, confundida, sin haber escuchado la conversación.

–Nuestro padre... Él está muy herido. Debemos irnos ahora.– dijo Vibie.

–Déjenme llamar a un taxi entonces. Llegarán más rápido.– dijo su amiga, mientras se levantaba.

El taxi llegó tras unos minutos. Las tres subieron al auto y fueron directo a la mansión Ellyllon.

En la entrada, Vila Ellyllon esperaba a las muchachas. Llevaba su cabello rubio oscuro en una trenza, como solía usarlo para dormir. Lucía un camisón azul largo, y estaba cargando en brazos a su gato negro. En ésta situación, Line creyó que sus ojos grises estarían llenos de lágrimas, pero no parecía ser el caso. Alisse y Vibie sabían que era porque, aunque nunca se lo habían dicho, ya no había amor en ese matrimonio: sus padres sólo seguían casados por ellas y por su hermano.

La madre de las mellizas procedió a contar lo que pasó. Al parecer, ella comenzó a sentir que su cama estaba mojada, y en cuanto encendió el velador vio que su marido se estaba desangrando. Llamó a una ambulancia y luego a sus hijas.

–Su padre tenía los brazos con muchos cortes.– les dijo Vila.– Agradezco haberme despertado a tiempo, pero aún así, los doctores temen por su estado...

–Mamá... ¿Cómo fue que...?– dijo Vibie, al borde del llanto.

–Sé lo que estás pensando, y no, él nunca intentaría suicidarse. Nos acostamos a dormir como todas las noches y se lo veía completamente normal. No había ningún arma en la habitacion. Alguien debió haber entrado.

–Siempre dije que no debimos haber contratado a la inútil de Donna.– gritó Alisse.–¡Si hubiéramos tenido guardias de seguridad competentes, esto no hubiera pasado!– entonces rompió en llanto.

Line, quien observaba en silencio, se sorprendió; era muy raro ver ese lado de Alisse.

–Tranquilízate.– dijo Vila, tomándola fuertemente del brazo.– Manten la mente fría. Tu padre sobrevivirá y encontraremos al culpable. Le pedí a Nathalie que llamara a Catrin Stockwell.

Alisse y Vibie se miraron sorprendidas. Ambas sabían muy bien que habían problemas viejos entre sus padres y la detective. Ésto tenía que ser muy grave.

En medio de ese ámbito tan tenso, llegaron Lauchi Muffins y Tristan Flores. Line dedujo que Vibie los había llamado, aunque en realidad había sido la hermana de Vila Ellyllon, Annis. El pequeño fue a saludarla.

–Hola, Liny.

–Nunca me llamas Liny.– observó. De hecho, nunca nadie la llamaba así.

–Es que estoy preocupado...

~ ILUSIONES EVANESCENTES ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora