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Catorce días.

Catorce días varados en una gran tormenta.

Catorce días de tambaleó y no hay tierra por ningún lado.

Todo era un completo desastre, la estrella azul no aparecía y teníamos que estar varados en una horrible tempestad.

Quedaba claro que algo no quería que lográramos nuestro objetivo.

A veces intentaba ayudar al ver que estaban en apuros pero Caspian o Edmund me lo impedían, ¡Incluso dieron órdenes de encerrarme en el camarote si seguía insistiendo en ayudar!

No me quedaba de otra que estar en el camarote como Lucy y Gael escuchando las órdenes de Caspian a la tripulación.

Respecto a Lucy, descubrí que había arrancando una hoja del libro de conjuros. Específicamente uno de belleza.

Mire a las dos niñas dormir así que decidí levantarme me coloque un gran impermeable para ir en busca del rey.

—Su majestad, me veo en la obligación de pedirle que regrese a su camarote.—suspire mirando a Drinian.

—Solo quiero ver a Caspian o a mi hermano, por favor.—rogue mirándolo, este suspiro antes de señalarme el despacho de Caspian.

—Ahí se encuentra el rey Edmund y Caspian, majestad.—dijo antes de irse, le agradecí adentrandome a la habitación.

Mire a Edmund hablando con Caspian mientras ambos miraban un mapa, al notar mi presencia me miraron algo sorprendidos y ya veía un regaño venir.

—No deberías estar aquí.—escupió Edmund caminando hacia mí.

—Vuelve a tu camarote—ordenó Caspian, ya harta de sus actitudes alce la voz.

—¡Ya basta! No soy una pequeña niña que no sabe lo que hace, ¿No quieren que ayude? Bien, pero dejen de tratarme como una tonta—dije mirándolos.—Lamento haber interrumpido su pequeña junta.

Sin más remedio regrese al camarote, Lucy y Gael seguían durmiendo plácidamente. Quite aquel impermeable de mi cuerpo antes de salir al pequeño balcón que había ahí, todo el aire y algunas gotas chocaban en mi rostro, no podía sentirme más libre.

Decidí adentrarme al camarote para permitirme dormir, mi lindo sueño no duró mucho ya que las imágenes de nuestra pelea con la bruja blanca aparecieron.

Príncipe tonto| Las crónicas de Narnia y el príncipe CaspianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora