Capítulo 62

772 137 38
                                    

Lestia miraba por la ventanilla del carruaje, poco consciente de que Seighton se sentía a gusto con ella.

Se podía ver todo el palacio imperial desde el carruaje.

El palacio imperial del imperio Morcatium, estaba situado en una amplia y baja llanura en el centro de la capital. Mientas que el castillo de Berchester, que dominaba un enorme acantilado, tenía una atmósfera completamente diferente.

La ostentación y la riqueza se revelaban sin duda alguna. Parecía que la intención era hacer que el espectador mirara sin apartar sus ojos al dueño del lugar.

—Señorita Berchester, por aquí—Seighton guio hábilmente a Lestia hacia el palacio imperial.

El palacio de la emperatriz, decorado con platino y mármol por todos lados, daba una impresión de belleza y frialdad.

Lestia se sintió un poco nerviosa debido a que conocería a la emperatriz, que la estaba esperando.

<No pasa nada. Todo va a salir bien. Fue repentino, pero era una invitación oficial. Mis hermanos lo sabrán cuando lleguen a casa.>

Lestia respiró hondo e inmediatamente entró en la habitación mientras se inclinaba con cortesía.

—Lestia Berchester conoce a Su Majestad la Emperatriz.

—Encantada de conocerte, dama Berchester—dijo la emperatriz, que estaba sentada en una gran silla y miraba a Lestia con tranquilidad.

Luego, dio una breve orden.

—Puedes sentarte cómodamente.

Al mismo tiempo, las sirvientas le entregaron una silla a Lestia. La muchacha se sentó cuidadosamente en la silla y miró a la emperatriz de frente.

La emperatriz era como una reina de hielo que vivía en un castillo de hielo.

La mujer de mediana edad, que lucia con gracia su cabello azul pálido, era hermosa pero sensible, y parecía a punto de convertirse en una espada de luz en cualquier momento.

Sin embargo, no hubo ni un pequeño respiro para Lestia.

—Eres una niña muy linda.

Era sólo una breve evaluación.

Lestia inclinó la cabeza, aún nerviosa.

—Es un honor, su alteza.

La emperatriz habló con las comisuras de su boca levantadas con gracia.

—Jovencita, debes preguntarte por qué te he invitado de repente. Una niña que ni siquiera ha hecho su debut social.

Entonces les hizo una señal a las criadas y pronto la comida comenzó a servirse en una amplia mesa entre Lestia y la emperatriz.

—Hace unas horas, escuché de las noticias sobre la profecía de Clareen. Dijo que ibas a domar al águila negra. ¿acaso no es una profecía interesante? Tenía mucha curiosidad por averiguar quién era Lestia Berchester.

Lestia se puso en alerta cuando la emperatriz habló sobre la profecía de Clareen, porque estaba preocupada por lo que pudiera pasarle a Angela.

Así que se armó de valor y habló.

—Su Majestad, he oído que la profecía depende de la interpretación. No creo que el águila negra represente a la familia imperial.

Entonces la emperatriz mantuvo una sonrisa en sus labios.

—Señorita Berchester. Incluso a tu corta edad, no le tienes ningún miedo a la emperatriz del imperio.

—Oh, eso es... lo siento—dijo Lestia.

La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.Where stories live. Discover now