La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 23

Lestia apretó los puños y miró a Gerard.

Sin siquiera dudarlo, hizo la pregunta que había estado reteniendo desde que llegó a la mansión Berchester.

—Duque, ¿soy realmente hija del duque de Berchester?

Gerardo abrió los ojos y miró a Lestia.

—¿Por qué pregunta eso?

—Si no soy una verdadera Berchester, no tengo derecho de responder a sus preguntas.

Gerard miró a Lestia por un momento y respondió con calma.

—Te garantizo que eres es la hija de mi padre.

—Si es así...—Lestia apenas pudo atravesar lo que le obstruía la garganta—, entonces... ¡Por favor, trae a mi tío! —era una voz que se escuchaba con emoción contenida—Mi tío... mi tío debe ser castigado. No puedo perdonarlo.

El crimen de su tío era demasiado grande. Usar una caja sospechosa para engañarla al decir que era una reliquia de su madre, y eso casi le cuesta la vida a Lysian.

No, no sabía qué habría pasado con la mansión si no fuera por Lysian. Estaba enojada al pensar que los sirvientes y caballeros que habían sido amables con Lestia podrían haber sido gravemente heridos o muertos.

Lestia, que estaba tan enfadada, lo estaba mirando directamente, así que todos los que estaban allí no tuvieron más remedio que aguantar la respiración y mirar a Lestia.

Lysian también parecía un poco sorprendido, al captar la ira de Lestia en sus ojos.

Gerard giró la cabeza en silencio y volvió a mirar a los escoltas de Lestia. No tuvo que decir nada, pero los caballeros fueron capaces de interpretar su mirada. Era una orden para compensar el error.

—No lo defraudaremos.

Los tres caballeros desaparecieron rápidamente de la vista de Gérard.

***

Mientras tanto, el tío de Lestia, que había logrado escapar de la mansión Berchester, se alejó tambaleándose. Había puñaladas por todo su cuerpo.

—¡Oh, Dios mío! ... ! Ugh! —la sangre fluía cada vez que se movía, y cada vez que lo hacía, temblaba por miedo a que la herida empeorara.

Los caballeros evitaron sus puntos vitales, ya que fueron considerados porque era el tío de Lestia, y se habían contenido para no cortar profundamente. Sin embargo, el hombre que nunca había sido herido así por nadie desde que nació, derramó maldiciones en su interior.

<Todo esto por esa chica. He estado alimentándola durante 10 años, perra descarada.... ¿Cuándo abrirá los ojos?>

Era una chica que había ido al ducado de Berchester para comer bien y vivir bien por si sola. Ni siquiera sabía cuál era su lugar.

Pero ya estaba hecho.

—kggh...

Sonrió como si fuera el ganador.

Lestia era una perra muy lucrativa. El dinero que la madre de Lestia le dio antes de morir fue bastante bueno, aunque lo malgastó de inmediato.

Después de criarla hasta que pude hablar y caminar, le fue muy útil para vender flores y ganar dinero mientras mendigaba. Así que cuando desapareció como un noble, fue un poco decepcionante, sin embargo, recibió aún más dinero en lugar de renunciar a la custodia, aunque gastó el dinero rápidamente disfrutando del entretenimiento.

Pero esta vez, llegó a él un invitado más valioso. Un hombre importante de la familia real le dijo que le darían dinero si vendía información sobre Lestia, y él no tenía razón para no venderla.