Capítulo 50

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—¡Señorita! ¡Está aquí!

—¡Buenos días! ¡Señorita!

—¡Ahora estaría decepcionado si la señorita no estuviera en el centro de entrenamiento!

Los caballeros le dieron la bienvenida a Lestia, quién llegó al campo de entrenamiento.

—Sí, buenos días—saludó Lestia les sonrió lo más alegremente posible.

Sin embargo, por laguna razón, los caballeros que fueron saludados no tenían buen aspecto.

En cuanto Lysian vio a Lestia, inmediatamente su rostro se endureció.

—Tú—Lysian parecía un poco enfadado.

Era porque el rostro de Lestia estaba notablemente pálido. Sin color y como un papel, su semblante parecía que se iba a derrumbar pronto. Sin embargo, la muchacha, que no lo sabía, sólo estaba avergonzada.

—Lysian, ¿qué pasa?

—Mírame—Lysian se acercó a Lestia.

—¿Eh, por qué? —Lestia se tambaleo hacia atrás, pero Lysian la tomó por los hombros con ambas manos mientras ella intentaba escapar.

—Estás enferma.

—Oh, no. No me duele.

—De ninguna manera—Lysian se mordió los labios y luego extendió su mano para tocar la frente de Lestia.

Fría.

La mano de Lysian en su frente se sentía tan fría.

Era extraño.

Por lo general, la mano de Lysian era cálida y sus ojos dorados seguían siendo bonitos y cálidos, pero ¿por qué su mano se sentía tan fría como el hielo?

—Lestia—la expresión de Lysian se volvió más oscura al tocar la frente de la niña—tienes fiebre ¿viniste a entrenar con tu cuerpo en esa condición?

—¿Eh? Bueno...—Lestia buscó desesperadamente una excusa, pero al darse cuenta de que no había nada que explicar, respondió brevemente.

—Lo siento.

—No tienes que decir lo siento. Ve a descansar.

—Estoy bien...

Pero luego de esas palabras, Lysian levantó la voz.

—¡No estás bien...! Ahora mismo no estas nada bien. Vamos, te llevaré a tu habitación.

Había pasado mucho tiempo desde que Lysian se enfadó tanto.

—Oh, no. ¡Iré sola! Puedo ir sola—Lestia se giró rápidamente sorprendida al pensar que él podría odiarla, pero al mismo tiempo, el mundo entero pareció volverse gris.

El cielo daba vueltas y vueltas.

Le picaba la punta de la nariz y había olor a pescado.

Al igual que si hubiera un hilo sosteniendo su cuerpo, este pareció romperse y Lestia sintió que los músculos de su cuerpo se aflojaban.

—¡Lestia!

La vista de Lestia se nubló y el grito de Lysian resonó en sus oídos.

* * *

<Siento que mi cuerpo pesa.>

Lestia se sentía como si estuviera sumergida en agua profunda.

< ¿Dónde estoy?>

Al abrir los ojos con dificultad, Lestia flotaba sobre el mar. Era un enorme e irreal mar.

La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt