La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 41

—¿Uh...?

Al llegar al campo de entrenamiento, Lestia estaba tan confundida que no pudo decir nada por un tiempo.

Realmente fue todo un espectáculo ver a los tres hombres luchar con una tremenda fuerza mágica.

Mathius estaba cubierto de tierra, y la ropa de Lysian había sido rasgada. Incluso Joel, quien siempre mostraba una apariencia elegante, no podía distinguirse de Mathius, a excepción de sus ojos color esmeralda.

—¡Hermanos! ¿Qué están haciendo?

Finalmente, la pequeña voz de Lestia hizo eco en el campo de entrenamiento.

Al mismo tiempo, los tres hombres que habían estado luchando durante mucho tiempo, se congelaron. Fue porque nunca pensaron que Lestia iría.

—¿De verdad han estado peleando?

Los tres hombres no tuvieron respuesta.

Lestia corrigió la pregunta.

—No, ¿por qué están luchando?

Joel y Mathius cerraron sus bocas.

¿No era demasiado infantil decir que fue para obtener la respuesta de Lysian?

También fue una pelea de dos contra uno, aun así, debido a que no estaban en buena forma no lograron su propósito.

—...... Tú has venido.

Sin embargo, a Lysian no le importó y se acercó a Lestia. Sus ojos se abrieron de par en par.

—¡Oh, Dios mío!, ¡Lysian! ¿¡Qué pasó!?

Cuando lo vio de cerca, su bata estaba más desgarrada de lo que había visto desde la distancia.

Fue porque Mathius y Joel corrieron con todas sus fuerzas para llevarse la carta de sus manos. Sin embargo, Lysian logró mantenerla lejos de los dos.

Entonces sacó la carta y se la entregó a Lestia.

—Siento llegar tarde. No quería dártela de esta manera, maldita sea.

Finalmente, Lestia obtuvo una respuesta.

El papel de la carta había estado en sus manos durante mucho tiempo, así que estaba un poco arrugado. Sin embargo, parecía que podía sentir el calor de Lysian.

—......

Lestia tomó la carta y lo miró con incredulidad. Era inesperado recibir una respuesta de esta manera.

Lestia frunció los labios.

Se sintió agradecida por la respuesta, pero pensó que la obtenida luego de al menos una pequeña conversación.

Por eso cuando recibió la respuesta de esta manera, no salió nada de su boca.

—De todas formas, la entregué como prometí—al final de la frase, Lysian dio un paso gigante en la dirección opuesta.

—¡Oh, ahí! —Lestia extendió su mano en el aire para aferrarse a Lysian, pero tan pronto lo hizo, Joel y Mathius la bloquearon.

—¡Litty!

—Lestia.

Sólo entonces Lestia se dio cuenta de que los dos estaban frente a ella.

—¡Oh! Hermano Joel, hermano Mathius.

Los dos chicos miraban la respuesta de Lysian en la mano de Lestia.

—¡Litty, Litty! ¡Muéstrame la carta! ¡Voy a comprobar si Lysian escribió cosas malas en la carta!