Capitulo 1.

1.8K 78 2
                                    

La señora Harmon leía una vieja revista fuera del consultorio de su médico ginecológico.

—Señora Harmon?—llamó el doctor desde la puerta.

Ya en consultorio Vivian se sentó en la silla.

—¿Se regularizó su menstruación? —Dijo el doctor tomando un utencillo.

—Cada dos meses— contestó ella, mirando hacia el rincón. Hace poco la familia Harmon perdió a un integrante, aquel bebé que nunca conocieron. — La verdad no me importa. Sangro demasiado. Ben odia verlo.

—¿Tiene problemas de excitación? — preguntó él.

—No por mi cuenta —Bromeo Vivian. Mientras se recostaba.

—Yo  recientemente he tenido logros con mujeres de su edad usando tratamientos sintéticos y hormonas. Por cuestión preventiva. Mire su cuerpo es como una casa... Uno arregla las lozas del baño y la cocina pero si los cimientos no sirven pierde su tiempo— explicó el médico mientras la revisaba.

—¿Cuales son efectos secundarios? —soltó Vivian preocupada, mientras se sentaba.

—El tratamiento es bueno para su piel, órganos. Muchas mujeres dicen que las rejuvenece diez años. — Respondió él.

—No lo sé, ni siquiera dejo que mi familia beba en botellas de plástico. —contestó ella dudando.—Tomar hormonas sin saber sus efectos secundarios no es...

—Sentirse diez años más joven —interrumpió el doctor.

—No necesito hormonas. —Dijo convencida.—Sólo quiero tener el  control de mi cuerpo otra vez... Después de lo que pasó

—Le estoy ofreciendo algo para recuperarlo...

—No soy una casa — dijo Vivian impidiendo que termine la oración.

—¿Qué es a lo que le tiene miedo? Piense lo para la próxima cita.

La señora Harmon salió del edificio, se subió al auto rumbo a su casa. No sin antes pasar por las compras para la casa en un supermercado orgánico.

Dejó las pesadas bolsas en la mesada, algo la alertó. Un sonido que provenía del piso de arriba. No lo pensó dos veces, tomó su celular y marcó a emergencias.

—Hay un intruso en mi casa—dijo en un susurro.

—¿Está usted segura que no es un familiar? —respondió la señora al otro lado del teléfono

—No, no hay nadie en casa. —soltó Vivian desesperada

—Digame su dirección — respondió aquella voz tranquila.

—Dreaming Brook 35, por favor no se demoren. —contestó cortando.

Sus manos se deslizaron hasta encontrar un cuchillo. Subió las escaleras con sigilo.

Los ruidos provenían de su habitación. Mientras se acercaba el ruido se hacia más fuerte, abrió la puerta y no tuvo duda de que era ese ruido... gemidos.

Allí estaba él, profanando su matrimonio.

Él se dio cuenta de lo que sucedía

—No puede ser.. Vivian —dijo mientras corría hacia ella —lo siento

Cuando Ben agarró su brazo, ella lo hirió con el cuchillo.

American Horror Story: Murder House.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora