𝑃𝐸𝑅𝐷𝑂́𝑁𝐴𝑀𝐸 - terminada

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Los meses pasaron, al fin podía decir que Stella era mi novia, mi compañera, mi mejor amiga. Su compañía me hacía bien, me hacía jodidamente bien.

Los insultos siguieron como de costumbre, golpe tras golpe. Se me hacía difícil caminar por los largos pasillos sin recibir un golpe al intentarlo. En estos tres meses pasé más tiempo en enfermería de lo que podía pensar.

Dolía ¿saben?, dolía que te acusen por las vidas perdidas en aquella guerra, que con cada golpe te recuerden que tienes una marca en el antebrazo la cual desearías jamás a ver tenido. Dolía que te recuerden lo que eres y lo que provocaste. Dolía.

Mi querida Stella... lamento tanto mentirte cada día al decirte que me encuentro bien, lamento decirte que muero por probar la deliciosa comida que preparas cuando en realidad cada vez que digiero algo de alimento lo devuelvo al llegar a mi habitación en un asqueroso vómito.  He perdido el apetito, mi estómago se cierra sin dejarme mantener alimento alguno.

Amo tenerte a mi lado, el momento en el que estás a mi lado todo cobra color, todo es perfecto y está bien. Pero al segundo que tienes que irte todo vuelve a ser gris, todo vuelve a doler y asfixiar.

No quiero lastimarte, no quiero verte sufrir. Te amo más que a mi mismo pero estoy roto, ya no hay marcha atrás pequeña.

Solo faltan dos semanas para terminar el colegio y salir a hacer nuestras vidas. Stella ya planeó todo nuestro futuro, casamiento, casa, hijos. Una vida perfecta que lamentablemente no sería para mí. Salir a las calles solo era recibir amenazas por parte de todos, jamás conseguiría un trabajo aunque no lo necesito ya que toda la fortuna Malfoy es mía.

No quiero arrastrar a Stella a todo esto, no quiero que la hagan menos por apoyar a un ex mortifago, no quiero que ella reciba insultos por el simple hecho de estar conmigo.

Aquel pensamiento inundaba mi cabeza golpeando y golpeando, taladrando mi mente.

Dos semanas para cumplir lo planeado. Me voy a casar con Draco, tendremos una hermosa casa donde educaremos a nuestros hijos. Él les enseñará a volar y jugar quidditch mientras yo los observo acariciando mi vientre ya crecido al llevar a nuestro futuro bebé.

Todo sería perfecto, todo donde esté él sería perfecto. Solo dos semanas.

Stella se veía hermosa. Tan natural con su cabello suelto y en pijama, acostada leyendo su libro favorito, sus expresiones de sorpresa por más que ya sabía que sucedería a continuación.

Me acerqué lentamente hasta llegar a su lado, bajé su libro y con cuidado lo coloqué en la mesa negra que se encontraba a un lado de la cama. Besé sus labios, sus ricos labios que me hacían sentir miles de emociones. Ella siguió el beso, un beso tierno y lleno de amor. Un beso lento, saboreando nuestras bocas como todos los días.

Quería besarla, sentirla cerca mío. Hacerle saber que la amo y que siempre la amaré. Probar sus tibios labios. Mis lágrimas caían al saber que sufriría por mi culpa. Mi querida Stella.

- Te amo Draco -

- Te amo Stella - 

Ella se recostó en mi pecho, acaricie su negro cabello mientras le tarareaba una canción al oído. Su respiración se hizo tranquila, cuando confirmé que ya estaba dormida lloré. Lloré en silencio como todas las noches anteriores.

Perdóname pequeña

Perdóname

🥀🥀