Estoy por salir de casa para ir a la cita que tengo con Joshua, mi masajista dentro de una hora, pero con todo el trafico que hay en la ciudad, tengo que salir ya si quiero llegar puntual a mi cita. Con las solicitudes para las universidades, los exámenes globales y mi trabajo, vivo mas estresada en sólo dos meses que en toda mi corta vida; y ahora que tengo un poco de tiempo en mi agenda, me voy a dar un capricho al cuerpo. Justo cuando busco las llaves del coche en todo este caos, suena el timbre, abro la puerta y me encuentro a mi chico preferido en la puerta con el ceño fruncido.
- ¿A dónde vas?- pregunta pasando dentro de casa.
- Hola nena, ¿que tal estas? Bien ¿y tu? Bien, me alegro- digo en forma irónica.
- Lo siento- dice dirigiéndose a mi. Cuando llega hasta a mi, me coge de la cintura con delicadeza y posa sus labios sobre mi- ¿cómo has sobrevivido sin mí este último mes?
- no lo se- suspiro- pero por favor Jack, has llegado en un mal momento, me tengo que ir ya o si no, llegaré tarde a mi cita con Josh- me interrumpe con el ceño fruncido.
- ¿Quién es Josh? ¿es que ya te has buscado a otro tío?- me dice enfadado apartandose de mí.
- Es el masajísta al que voy- digo suspirando, ya estoy cansada de su rollo "sobreprotector" se lo roma demasiado enserio.
- Aah no, de eso nada, ningún hombre aparte de mi te va ha tocar- me dice mientras me deja el bolso en el suelo y me lleva al sofá.
- Pero
- Ssshh nada de peros, para eso estoy yo aquí, tu novio, y ahora tumbate que yo seré tu masajísta personal de aquí en adelante- dice subiendome la camisa para darme ese masaje que tanto ansiaba.
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Yoana xx