La persona que amo 2 ©

Ladrón

El jueves después del entrenamiento en casa de Adam lo acompañé a él y a Jack a comprar unas cosas para una maqueta en la escuela de Jack. El pequeño Jack estaba muy emocionado pues debía hacer una maqueta excelente sobre el sistema solar.

-Se me ocurre que el sol lo podemos hacer con un foco...una esfera de papel para que pase la luz

-Es una buena idea Grace...pero entonces ¿Vas a ayudarme?-preguntó Jack emocionado

-Si por supuesto

-Eso es genial...por qué con Adam...

-Oye ¿Que dices de mí?

-Solo digo hermano que Grace tiene ideas más creativas

-Bueno seguro será una excelente diseñadora gráfica

-Pidan porque eso se haga realidad

-Seguro que si Grace

Encontramos todo lo necesario y volvimos para comenzar a trabajar, Jack quien había estado muy emocionado se quedó dormido a mitad de trabajo en la mesa de la cocina.

-Voy a llevarlo a la cama

-Buena idea, continuaré con esto

Tomó a Jack entre sus brazos y se lo llevo. Estar ahí me hacía olvidar un poco todo lo que pasaba por mi vida en ese momento. Tener algo que hacer, en este caso esa maqueta también ayudaba.

-Oye tienes ideas de diseño increíble-me dijo Adam cuando volvió

-Se hace lo que se puede

-¿Segura que no quieres que lo termine yo?

-Podrías ayudarme pintando el cartón de negro

-Suena sencillo-tomo las cosas y se puso a trabajar-Y ¿Cuándo volverás a ver a tu hermano?

-No lo sé...estaba pensando en el fin de semana, él está muy ocupado con sus tareas así que no lo se

-Por lo menos ya lo conoces más

-Eso es verdad

-¿Y tu mamá?

Lo miré intentando responder pero en realidad no tenía una respuesta clara.

-Yo...no sé si este lista para eso aun

-Está bien, es normal

-Ay tantas cosas que últimamente no son normales para mi

-Todo siempre vuelve a la normalidad en algún momento Grace

-Quizá

Cuando terminé y llego el momento de irme Adam me acompañó a la puerta.

-Gracias por todo Grace

-No es nada

-¿Te veo mañana?

-Sí, aun no puedo defenderme sola

Como iba a pensar que lo iba a confirmar en ese momento. Me despedí de él escuche la puerta cerrarse cuando ya casi llegaba a mi auto. Cuando iba a abrir la puerta sentí unas manos tocando mis caderas y me congele.

-Hola linda

La voz me pareció irreconocible en un inicio. Con brusquedad me giró para quedar cara a cara.

-Daniel-dije casi faltándome el aire

-Si nena, ¿Qué hacías?, engañando al pobre estúpido de Theo

-¿Qué?

-¿Por qué no vienes conmigo?

-Déjame en paz Daniel