Alguien poco usual

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Mi mente se perdió mientras observaba la luz amarilla de la bombilla en la acera de en frente que se reflejaba contra el cristal de la ventana.

Noté como caían los copos de nieve sin prestarles atención realmente. Tendría que levantarme de aquí en algún momento e ir a casa antes de que la nevada empeorara.

- Tu café de vainilla, Laurie.

Dí un salto en mi asiento cuando la mujer de la cafetería apareció junto a mi.

- Gracias, Emily.

- ¿Te asuste?

- Que va, brinco de alegría cada vez que me hablas.

La camarera negó con una pequeña sonrisa en sus labios.- Que ocurrencias. -Luego se marchó de la mesa solitaria donde yo, también solitaria, solía sentarme.

Me gustaba venir aquí cuando me sentía sola, la compañía de Emily me resultaba muy cómoda aunque me sentara en una mesa apartada mientras ella trabajaba.

Era una mujer de 50 años, algo tosca y si no la conociera... Diría que algo intimidante. 

La conocí hace 2 años cuando acababa de mudarme a New York para estudiar artes de la comunicación en el Manhattanville College. Ese día salí muy tarde de clases y el frío de octubre me tenía algo aturdida. 

Estaba buscando un lugar donde pudiera beber algo caliente de camino a casa cuando a unos cuantos locales de esta misma cafetería vi a una mujer susurrando hacia un pequeño callejón. 

Cualquier persona normal habría hecho lo imposible por evitar a la loca del callejón y habría entrado a la cafetería lo antes posible. Pero "normal" no es una palabra adecuada para definirme... 

No se muy bien como explicarlo y si lo dijera en voz alta es probable que piensen que estoy demente, pero cuando conozco a una persona puedo percibir su energía con solo verla un instante. Mi abuela siempre me decía que yo podía ver el aura de las personas.  

Ya se, es una locura... Pero cuando vi a Emily, algo dentro de mí me dijo que ella era buena persona. Y como de costumbre, mi "intuición" tenía razón. 

Caminé directamente hacia ella y le pregunté si necesitaba ayuda. Ella me observó unos segundos con una expresión seria pero finalmente habló.

-Intento atraer a ese pequeño gato fuera del callejón, no sobrevivirá una noche de otoño en New York.

-Oh... bueno, déjeme intentarlo.

-Buena suerte, he estado usando todo tipo de comida para llamar su atención pero está demasiado asustado. 

Me arrodillé frente al callejón y chasqueé la lengua un par de veces, para sorpresa de Emily, el gatito simplemente caminó hacia mi y se recostó contra mi pierna.

-Vaya... eres carismática con los animales. 

Sonreí algo sonrojada porque en realidad era un poco más que solo carisma, otro de mis... dones... consistía en atraer animales. No sé como, simplemente era así. Gatos, perros, vacas... Siempre que me acercaba a algún animal, ellos terminaban gravitando a mi alrededor. 

Nunca pensé demasiado en esto, después de todo me encantan los animales. Pero mi abuela siempre decía que mis dones eran un regalo de la naturaleza y por eso se empeñó en inculcarme amor y respeto hacia todos los seres vivos. Aunque eso no se me da muy bien cuando se trata de otros seres humanos... 

La línea entre ser selectiva y ser asocial es muy delgada.

- Parece que le gustas. -Emily señaló al pequeño gato negro. 

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Apr 26 ⏰

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