Capítulo 26

27 5 0
                                    

Heechul

Han Geng me sostiene del brazo de forma brusca y caminamos, supongo que es un lugar grande hasta que nos detenemos, escucho como abre una puerta y me suelta, caigo en el frío piso y cierran de golpe. Intento ponerme de pie y escuchó ruidos, no logro entender nada y me dejo guiar por ellos hasta chocar con un cuerpo.

-Hae. -Le quito la mordaza de la boca y lo escucho suspirar.

-No debiste venir, este tipo esta loco.

-Nunca te abandonaría.

-Debemos salir de aquí, sabemos de lo que es capaz y no quiero que te haga daño.

Me acerco a su oído y le digo que tengo un plan y nos quedamos en silencio, Hae confía en mí y yo solo rezo porque funcione.

Siwon

Las cosas con Han Geng son cada vez más turbias, es un hombre doble cara y del que te debes de cuidar, ¿Cómo fue que mi pobre ángel terminó con un monstruo así? Cada que recuerdo las marcas en su piel hace que mi sangre hierva, tengo motivos de sobra para querer matar a Han Geng pero si me dejo dominar por mis emociones perderé mi libertad y eso me alejaría de mi hermoso Heechul, quiero estar el resto de mi vida con él, cuando necesito un motivo para seguir o me encuentro muy cansado, pensar en él y en su sonrisa restaura la energía en mi y me hace continuar. Hemos convivido mucho desde que lo salvamos, voy a verlo todos los días y en ocasiones salimos, él ilumina mis días y hace que todo valga la pena. Mi reloj vibra y me manda la ubicación de Heechul, me levanto de mi escritorio de golpe y llamo a Shindong.

-Heechul está en problemas.

-No puede ser, está en casa con toda la seguridad que necesita. -Escucho el pitido que me indica que la llamada terminó y después de unos minutos regresa. -Salió de casa sin seguridad.

-Maldición, tengo su ubicación, para protegerlo decidí regalarle una pulsera que me indicara su ubicación por sí en algún momento se encontraba en peligro y ninguno de los dos estaba con él.

-Ese infeliz no se va a detener, necesitamos meterlo a la cárcel ya Siwon.

Paso por él a su oficina y nos dirigimos a toda velocidad a la ubicación que marca el mapa, me comunico con Zhoumi y él ya sabe que hacer, espero que no le haya tocado ni un pelo porque lo mataré.

Heechul

-Es hora de irnos esposo.

-¿Qué hacemos con el chico?

-Lo que quieran, pero no lo dejen vivo.

-¡No, qué haces, no me toques! -Intento zafarme del agarre de Han Geng, no puedo dejar a Hae.

-¡Quiten sus manos de mi!

-¿Qué demonios pretendes? ¡Estás loco!, déjanos en paz. -El frío de un metal impacta mi rostro a la altura del labio y siento como un líquido escurre.

-¡No! Dejalo, ¿Heechul estás bien?

Me jala e intento soltarme, pero lo único que consigo es que me sujete con ambas manos, me arrastra hasta salir de la habitación, escuchó como cierra la puerta y los gritos de Hae quedan atrás. Sigo forcejeando e impacto mi cabeza con él, logro que me suelte y aunque el golpe me dejó aturdido, intento concentrarme en los gritos de mi amigo.

-Me gusta que te hagas el difícil pero no colmes mi paciencia. -Sin más siento una mordida en mi hombro y su erección en mis nalgas. ¡Este maldito lo está disfrutando!

-Eres un jodido enfermo.

Un golpe en mi costado y el aire abandona mis pulmones, me desplomo y me arrastra por el piso. Con una mano sujeto mi costado y con la otra intento liberarme pero nada parece funcionar, escucho como se abre y cierra una puerta, sin reparo toma mis manos y las esposa, me levanta del piso y terminó colgado.

-¿Qué haré contigo? Nadie te podrá salvar esta vez y yo disfrutaré cada segundo. -Abre mi camisa y los botones salen volando. Escuchó pasos a mi alrededor y su respiración es agitada, el frío sorprende mi piel y no logro identificar que puede ser, lo pasa por mi espalda hasta llegar a mi abdomen. -Me gusta como el rojo y el morado decoran tu piel blanca, me excita. -Lame mi cara y recibo un golpe en mi estómago, ahora se que es una manopla. Me vuelve a besar pero ahora dónde me acaba de golpear y me arranca los pantalones. El tiempo se hace lento, escucho en mis oídos el latir de mi corazón y siento un hormigueo en mis brazos. Otro golpe y no logro aguantar el grito que desgarra mi garganta. No se cuanto más pueda aguantar. La puerta se abre de golpe y mis pulmones toman aire.

-¡Heechul! -Siwon está aquí. -Eres un maldito.

-¿Cómo te atreves a interrumpir la reconciliación con mi esposo? Él es mío y puedo hacer lo que quiera con él. Por favor sal de la habitación porque aun no he terminado.

-¡Eres un miserable!

Golpes y cosas cayendo, intento mantenerme en pie hasta que unas manos me sujetan y me ponen en el piso, Shindong.

-Hae. -Digo en su susurro. -Tienen a Hae. Ve por él, yo estaré bien.

Me carga y sin más pierdo el conocimiento. 

No te voy a soltar (Sichul)Where stories live. Discover now