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Me siento completamente destrozada, vago por las calles sin saber que hacer exactamente, las lágrimas bajan por mis mejillas congelándome. El corazón me duele y sólo puedo pedir que esto se acabe. Me escapé de casa hace un par de horas, miro mis zapatos mientras sollozo sin descanso, la imagen se repite en mi cabeza atormentándome demasiado. Seco mis lagrimas por quinta vez, ¿qué haré ahora?

Entro en un parque, mi parque, siempre venía aquí cuando era pequeña, este maravilloso lugar hacía que cualquier pena que tuviera; se esfumara.

Pero esta vez fue mucho peor, la imagen de mi madre corriendo detrás de mí, o a mi padre poniéndose al final del camino rojo para cogerme. Paro de caminar, sin saber donde tengo que ir realmente, me siento perdida, sola e inundada en un dolor horrible.

Me siento en el pie de un árbol y observo a los niños correr de aquí hacia allá, algunos se comen su bocata, y otros siguen a la pelota con sus padres pegados a sus pies. Miro con dificultad la persona borrosa que se acerca hacia mí, cuando se acerca del todo agacho mi mirada.

-He visto a la policía en tu casa, ¿qué ha pasado?-dice preocupada, no contesto, no quiero hacerlo. -Contéstame Rachel, me estás preocupando.

-No quiero hablar de ello-digo mirando hacia la nada, ella se sienta a mi lado y coge mi mano, nunca he estado tan distante con Clara, pero ahora solo quiero estar sola.

-Vamos, creo que te vendrá bien hablar del tema. -Dice con una sonrisa, que sólo hace que me sienta aún peor.

-Quiero irme de Londres. -digo segundos después y su sonrisa se borra.

-¿Qué?

-Lo que oyes, sabrás lo que ha pasado si miras las noticias, pero realmente, no tengo fuerza para contarlo, Clara.

-Me estás jodiendo, ¿verdad?-niego con la cabeza y me levanto.

-Mi tía vive en un pueblo de aquí cerca, iré a vivir con ella. -digo mirando hacia el suelo, ella gira su mirada hacia la nada, sé que le debo una explicación de este comportamiento, pero me siento sin fuerzas.

-¿Qué ha pasado con tus padres?-dice de repente, llevo meses peleándome con mis padres, y eso hace que me sienta el doble de mal.

-Ya no están, se han ido.

-¿Qué? ¿A dónde?

-Lo que sé por seguro es que no volverán.

-Te llamaré más tarde, porque Rachel, no puedo hablar contigo así. Me pones muy nerviosa.

-Lo siento por ti.

Empiezo a caminar hacia mi casa, ha empezado a llover y Clara se queda atrás observándome con su ceño fruncido, meto las manos en mis bolsillos y camino con mi labio inferior temblando.

Cuando llego, la policía aún está en la puerta, les dedico una mirada y suspiro.

-Soy la hija de las víctimas, quiero coger mis pertenencias.

-Lo único que hemos podido salvar del incendio ha sido eso. -señala una caja marrón y yo me acerco hacia ella, no hay nada mío, solo una foto de mis padres, una cacerola y un pañuelo que pertenecía a mi padre, suspiro y cojo la caja, la pequeña caja.

El autobús para y yo miro el húmedo pueblo que se encuentra frente a mí. Holmes Chapel.

Bajo del autobús con la caja entre mis brazos, me dirijo hacia la casa de mi tía.

No me resulta difícil encontrarla, ya que he venido miles de veces aquí. Dejo la caja en el suelo y pico a la puerta aguantando las lágrimas, la puerta se abre en seguida, y me encuentro con la mirada de mi tía.

-¿Rachel? Cariño, ¿estás bien?

-No. -susurro sollozando, me lanzo a sus brazos agotada, ella me corresponde el abrazo y acaricia mi espalda.

-Ya pasó mi niña-me invita a pasar y yo sollozo mientras entro a la sala de estar.

Me quedo parada al ver a una señora, joven, pelo moreno, y a un chico a su lado, ambos me miran y yo limpio mi nariz con la mano izquierda. 

-Oh, estos son Anne-señala a la señora y ella me sonríe-Y él es Harry, su hijo.

-Hola-susurra mirándome.

-Hola.

-Anne, Harry, esta es mi sobrina, Rachel.

Mi tía pone la mano en mi espalda y sé que mi vida cambiará automáticamente a partir de ahora.


Holmes Chapel 1&2 » ¡En proceso!Where stories live. Discover now