―No fue así ―se defiende Mark.

―Basta ya ―contesta Selena, aparentemente harta―, son sus vidas. Mientras sean felices, es problema de ellos.

Todos asentimos, queriendo dar por concluido el tema.

―Howard está celoso porque le gusta Lara ―me dice Jason en voz baja.

Le sonrío, entendiendo. Este grupo va a ser más interesante de lo que pensaba.

―¿Y tú qué, Howie? ¿Algún lío por ahí? ―pregunto mientras me estiro para coger más patatas de Trevor. Él pone cara de exasperación, pero no dice nada. Sabe que es una guerra perdida.

―Nada ―responde―. Tú, sin embargo, pareces haberte mudado con Jason definitivamente, según comentan por aquí ―dice señalando a Lara―. Buena suerte con eso, por cierto.

Todos se ríen y Jason le lanza una servilleta. Regina, por el contrario, parece sorprenderse con la noticia, y su cara delata que no le hace ninguna gracia.

―No me he mudado ―niego―, sólo evito encontrarme en situaciones como la de la otra noche.

―Por mí no hay problema de que te quedes ―dice Jason besando mi mano―. Haces que me levante de mejor humor.

―Nos ha jodido ―suelta Lily por lo bajo―, tiene que ser maravillosa en la cama para que el profesor Álvarez no le haya dado la patada.

―Cállate, Lily ―me defiende Jason poniendo una mano sobre mi rodilla izquierda.

Yo, por mi parte, intento respirar hondo para no pegarle un puñetazo. Pensaba que nos llevábamos bien.

―El problema es cuando las deja embarazadas. Seguro que ahora se cuida, Lil ―continúa Selena.

Miro a Regina y no la veo con la más mínima intención de defender a Leo. Me pongo a contar las patatas que quedan sobre la mesa y no voy por más de nueve cuando la mentirosa decide intervenir. Jason me dice que no les escuche, pero están colmando la poca paciencia que empezaba a tener.

―Ella aún no es su alumna. La evitará cuando tengan su primera clase juntos.

―O, a lo mejor ―digo levantándome―, yo no soy una puta mentirosa de mierda que se folla al primer chico malo que encuentra y se queda embarazada de él, decidiendo echarle la culpa a la persona con la que está obsesionada. Persona que, por cierto, no te merecerías ni naciendo 1000 veces.

Regina me mira asustada y comienza a hiperventilar, mientras que el resto la mira y le preguntan de qué narices hablo. Jason, sin embargo, alterna la mirada entre ella y yo, desconcertado.

―Yo...

―Tú nada ―le digo―. Me parece perfecto que mientas a tus amigos, a pesar de que sean los únicos que te aguantan, pero a Leo no lo vas a involucrar en tus mentiras ―digo, quizá, demasiado alto, porque noto a todo el restaurante mirándome―. Y como me entere de que vuelves a inventarte cosas de él te juro por mi padre que averiguaré de quién estabas embarazada realmente. Y te advierto, Regina, que tengo contactos en todas partes y conozco a gente que se mueve en mundos muy peligrosos.

Recojo mis cosas, consistentes en un bolso grande y el móvil, y me largo de allí a paso rápido. Cuando salgo, choco contra Will y Carl, y, sin pararme a pensar qué narices hacen juntos, me subo a mi coche sin mirar atrás y acelero más de lo que debería.

***

―Me lo prometiste, Kat ―dice Leo decepcionado.

Me siento fatal. Sé que la he cagado, que Leo confiaba en mí, pero, si soy honesta, prefiero que se enfade conmigo y joderme yo a que destruyan su imagen.

―Lo siento ―murmuro mientras seco la sangre de mis manos.

Tras lo de Florence, había decidido apuntarme a un gimnasio, y es el lugar al que acudí tras el altercado en el restaurante. Mis golpes al saco de boxeo terminaron en golpes a la pared, y mis manos aún protestan por ello.

Leo coge mis manos entre las suyas y deposita un beso sobre cada una.

―No quiero que saques la cara por mí. No merece la pena.

―Claro que la merece ―protesto―. No pienso dejar que hablen mal de ti. No es justo.

―Nadie ha hablado de justicia, Kat. Hablo de que la prioridad eres tú, y tienes que gestionar tus problemas, no los míos. Y esta conversación ya la hemos tenido, así que no hay más que hablar.

Mi teléfono suena mostrando el nombre Desastre acompañado de la cara de Jason.

―¿Qué dijo él?

―Nada, que no les hiciera caso.

Leo sujeta mi rostro entre sus manos, como tantas veces antes ha hecho cuando quería hacerme entrar en razón.

―No lo alejes a él, ¿vale? ―me pide, casi suplicante―. Sé que lo quieres, Kat. Y él no te ha dicho nada malo.

―Como me diga algo en tu contra, lo mando a la mierda.

Leo niega con la cabeza, sabiendo que será imposible que cambie de opinión.

―No sé por qué te quiero tanto. No soporto a la gente testaruda.

Se aleja riendo para acercarme mi teléfono que, aunque ha dejado de sonar, pronto comienza a iluminarse de nuevo.

―Yo tampoco soporto que me manden, y soporté tus caprichos culinarios durante casi tres meses, Leonardo ―cojo el teléfono en mis manos y contesto a Jason.

―Mide tus palabras, Wallace ―le digo.

Leo levanta las manos protestando, pero me doy la vuelta y lo ignoro.

―¿Vienes a mi cuarto antes de ir a trabajar? Odio estar mal contigo.

―¿Estamos mal?

―Llevas dos horas ignorándome. Te creo, Kat. Si tu problema es ese, quiero que sepas que te creo a ti.

La sensación que sus palabras me producen es indescriptible. Aunque no lo dijera, el único miedo aparte del enfado de Leo era que Jason se posicionara con Regina. Al fin y al cabo, es su amiga, y la persona de la que estaba enamorado, o está, no lo sé bien aún.

―Estaba descargando mi ira, desastre. Jamás podría volver a ignorarte. No sería capaz.

No me hace falta girarme para saber que Leo está sonriendo de manera triunfal. Aunque más miedo me da la reacción de Josh cuando se lo diga. Juntos son capaces de romper todas mis barreras.

―Pues ven ya, que tengo un juego pensado para antes de que vayas a tu trabajo misterioso ―dice poniendo voz interesante―. Nos vemos, O.

Tras colgar, me aproximo a Leonardo para acabar con esto de una vez. Cuanto antes me lo diga, antes se le bajarán los humos.

―Dispara.

Me mira con una sonrisa enorme y, antes de estrecharme entre sus brazos, exclama:

―¡Te dije que lo querías!

∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞

Pues aquí un nuevo cap. Favorcito que os pido:

Opiniones sobre Regina:

Jason:

Kat:

Leo:

Will y Carl juntos:


La chica nuevaOnde histórias criam vida. Descubra agora