If • Jung Sungchan

🍒: Strange way

—Dos. —lo mire incomoda viendo el paisaje del vecindario.

—¿Te he llegado a llamar la atención?

Esto no me lo esperaba. Debo de negarlo, recién me di cuenta que me gusta y me sale con esto, obviamente no iba a decirlo tan fácilmente.
Lo mire nerviosa, él solo me miraba sin decir nada. En estos momentos quería salir huyendo, pero de cierta manera quiero que sepa todo.
Pasaron algunos minutos, ni uno de los dos decíamos nada. El solo me miraba sin una expresión especifica. Yo solo evitaba mirarlo, quería decirle todo en estos momentos, pero ¿qué tal si se burla y quedo como una ridícula?

—¿Si me has regañado? Si.

—Última pregunta. ¿Saldrías conmigo?

Ni de loca le contesto eso. En estos momentos estoy temblando como una gelatina. Palabra que diga, palabra que me arrepentiré en un futuro.
Además, ya con la otra pregunta le deje en claro que nada pasa, bueno eso creo. Debo de controlarme si no él sabrá que si hay algo, pero ¿qué tiene de malo que sepa? ¡ah! Que al niño le gusta Yoojin y su vecina.

—No.—dije en un susurro casi inaudible. Quería morirme. —A ver. —ni siquiera soy capaz de mirarlo a la cara. —Empiezo yo. —extendí el papel.

—No espera. —tocó mi brazo. —¿Qué dijiste?

—Nada. —quite su mano. —¿Cuántos años tienes?

—Hyemi, ¿qué respondiste? —su tono se escuchaba ahora apagado. Lo mire seria. —18.

—¿Cómo te ves en dos años?

—No lo sé. —dijo viendo hacia todos lados excepto a mí. —Pregunta solo la última.

Traje saliva. Lo mire obvia, mi cerebro proceso todo y esto es plan con maña.

—Si ya sabes cuál es para que quieres que te pregunte.

—Solo hazlo Lee.

—¿Saldrías conmigo?

El nerviosismo y la emoción eran los sentimientos que dominaban mi cuerpo. Quería escuchar un "si" de su parte, quería por fin confirmar lo que todos han dicho por bastante tiempo.

El silencio se volvió incómodo, ¿por qué tarda tanto en responder? ¿Tan fea es su respuesta? Lo mire asustada abrazándome por el aire que de repente se volvió más frío que de lo habitual, pero él seguía viendo hacia otro lado. Aclare mi garganta para llamar su atención, pero no sirvió.
Rendida mire hacia enfrente viendo la casa de la esquina, desde siempre esa casa ha estado sola, pero en vez de tener un aspecto tenebroso y solitaria, era todo lo contrario, era bonita y hasta cierto punto hace ilusión que alguien vive ahí.
Mire a Sungchan que por algún motivo lo relacioné con esa casa, pareciera un chico que no tiene sentimiento alguno a simple vista, por eso es muy popular en la escuela entre las chicas, creo que está de moda que te guste alguien con aspecto frío. Pero en realidad es como aquella casa: sentimental.

—Si. —ambos nos miramos, él con una sonrisa y yo como si hubiera visto al mismísimo demonio. —La penúltima está confusa, ¿no crees? —su expresión y tono burlón regreso mirándome. —¿Tu que entiendes? —miró el papel. —Yo entiendo si me has gustado.

¡Trágame tierra!

—Pero ya la contestamos.

—Tú, porque yo no.—me extendió el papel. —Además, no la respondiste adecuadamente.

Rodee los ojos. Se perfectamente por donde quiere ir, y si quiere jugar así, pues así será.

—¿Te he llegado a llamar la atención? —pregunte sin rodeos. Estaba preparada para lo que se viniera.